Capítulo dos
La llegada de Liam lo había conmovido. No quería verle la cara, no quería tenerlo cerca. Estaba enojado, triste y desilusionado. Pero todo eso se le derrumbaba cuando sabía que lo tenía a unas pocas cuadras para abrazarlo y sentirse seguro otra vez, y quizás era eso lo que más lo estaba matando. No quería estar peleado con él, quería que todo estuviera bien y fuera como antes, pero desde el momento en que decidió seguir con su vida hace apenas unos días , se había dado por vencido.
Bajó de mala gana a desayunar, sus valijas estaban tiradas en un rincón de su cuarto, no las había movido de donde las trajo la mañana anterior. No había decidido aún qué haría, sus ganas de viajar y estudiar se habían desvanecido con la vuelta de su mejor amigo, ya no quería irse, ya no quería hacer más nada y no entendía su forma de comportarse. Jamás pensó que sería así, tal vez porque pensó que nunca volvería. ¿Por qué algo que estuvo esperando tanto tiempo ahora lo tenía tan cabizbajo? Suspiró mientras ingresaba en la cocina, su madre servía café en unas tazas, y era lo que necesitaba para despertarse después de las tremendas ganas que tenía de tirarse otra vez y dormir por el resto de su vida.
—Buen día, Zayn—le dijo su madre y su padre lo miró mientras tomaba un sorbo de la infusión y leía el diario.
Zayn lucía una remera bastante holgada negra con impresiones en blanco un pantalón de algodón de color gris. Su cabello estaba despeinado y le caía sobre los ojos. La cara blanca y la mirada cansada. Los miró sin decir nada y se sentó en la mesa, tomando la taza que su madre le ofrecía. Cuando tomó el primer sorbo, su garganta se aclaró y sintió un poco de alivio.
—Buenos días—respondió atrasadamente con la voz bastante gruesa por el sueño.
No era una persona conversadora en las mañanas.
—¿Ya has pensado qué harás con el viaje?—le preguntó su padre.
Zayn suspiró. Estaba muy a gusto comiendo tostadas y tomando café. No necesitaba tener que pensar en lo que había sido el intento de vuelo del día anterior, ni tampoco recordar por qué no había viajado. Todo había sido bastante estresante, solo quería tener una mañana tranquila y silenciosa.
—No. —respondió en seco mientras devoraba una rodaja de pan con mermelada de frutilla.
Todo volvió a ser silencio después de su respuesta, sus padres eran conscientes de que estaba de mal humor, y posiblemente a todos los que habían estado ayer en su living recibiendo a Liam también les constaba. Sabían todo lo que le había afectado el viaje inesperado de su amigo y estaban convencidos de que no se le pasaría el impacto de que volviera con una noche de sueño, debían tenerle paciencia.
***
Liam le dio un sorbo a su té, y levantó la vista. Su hermana y sus padres estaban en lo mismo que él. Estaba contento de estar de vuelta y sentirse en casa. Pero de alguna manera toda esa alegría, euforia y entusiasmo que había traído de Bristol se había decaído cuando vio a su mejor amigo desaparecer escaleras arriba apenas vio su cara. No es como si a él no le hubiera impactado, pero se sintió desilusionado por esa reacción. No esperaba un abrazo y mucho menos un saludo muy amistoso, pero tampoco esperaba eso. Se sintió triste porque era justamente lo que no quería que pasara, que su mejor amigo estuviera enojado con él.
—¿Cómo amaneciste hoy? —le preguntó su madre.
Liam trató de disipar sus pensamientos para responder.
—Bien. Es cómodo estar en casa. —confesó.
Su madre y su hermana sonrieron y se miraron una a otra con complicidad.
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The Back Road (Ziam Fanfiction)
RomanceDos amigos inseparables. Una partida inesperada. Demasiadas preguntas. Deseos de regresar, y una ruta de vuelta. Una historia acerca de saber qué camino tomar.