Capítulo quince

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Capítulo quince

La música estaba a tope, Liam apoyaba el brazo por la ventanilla del auto, Zayn conducía. Los anteojos de sol impedían que la luz del día les azotara los ojos. Los dos trataban de afinar una puta nota, pero parecía técnicamente imposible. Se rieron.

—¿Sabes que es nuestro último día de vacaciones, cierto? —le preguntó Zayn.

—Hombre, ¿qué te piensas? Lo estoy disfrutando—dijo, mientras intentaba un baile al ritmo de la música.

Zayn se rio.

—Me refiero a que mañana empezamos la Universidad—aclaró Zayn.

Liam lo miró confuso, pues creyó oírle repetir la misma pregunta.

—Sí, amigo, ¿y? —le dijo finalmente.

Zayn apartó de la carretera la mirada por unos segundos y lo miró con desconfianza.

—Está bien, olvidaba que lidiaba con el Señor que a nada le teme—bromeó el morocho mientras lo escuchaba reírse a su lado.

—¿Por qué debería temer? No creo que una porrista pueda matarme a besos... O por lo menos nunca se ha visto el caso.

Bromeó mirando esta vez por la ventanilla.

—Yo te voy a matar pero de un volantazo...—le dijo Zayn riéndose. —Lo saco, hombre y te lo estampo a la primera que abras la boca para decir otra tontería.

Los dos se rieron.

—A lo que me refiero, idiota, es a que todo será diferente, nuevo... Es decir, viviremos allí, y solo volveremos para las vacaciones.

Liam lo miró a la cara esta vez, sin importar que su amigo no le estuviera correspondiendo ya que ocupaba su atención en la calle.

—Ya, Zayn—le dijo. —Hace tres años querías salir volando, ¿y ahora no te quieres ir?

Zayn no emitió sonido, solo hizo una mueca de molestia con el rostro.

—Hace tres años era muy diferente—dijo Zayn seriamente.

—Pues yo no veo la diferencia. Tenemos tres años más, ¿y qué? ¿Estamos juntos, no?

Zayn no pudo evitar soltar una carcajada que le salió naturalmente al oírlo decir ciertas cosas que le llenaban el corazón de felicidad.

Dejó salir un gran suspiro, pues odiaba tener que darle la razón.

—Estamos juntos, Liam—le dijo.

Eso pareció contentar al castaño porque la mirada volvió a la carretera y el silencio volvió a reinar para dejar que la música volviera a ocupar sus mentes.

¡Uf! Vaya camino.

No podía evitar recordar que hace tres años había tomado la misma ruta... Recuerdo todo con tanta exactitud que se me hace extraño.

Sin lugar a dudas hay una gran diferencia...

Zayn está conmigo en el auto, él está sonriendo y no siendo abandonado. Mis manos no sudan, no están sobre ese volante. Mis pensamientos son claros, y en mi alma nada una tranquilidad difícil de ocultar. Esta vez, no tengo porqué huir.

Las cosas entre nosotros dos han cambiado luego de todo esto, y nuestra amistad ha salido por lejos fortalecida. Quizás debemos acostumbrarnos a ella. ¡Cuidado! No digo que no teníamos algo sólido en el pasado, pero creo que la posibilidad de perdernos nos convirtió en la mejor versión del otro. Yo no quiero estar sin él, y Zayn no quiere estar sin mí. Simplemente no quiero confundir más con tanta explicación. Estamos donde queremos estar... Justo al lado del otro... Y no es difícil ¿sabes? Es mucho más sencillo de lo que jamás me hubiere imaginado.

¿Por qué alguna vez creí que sentir tanto amor y admiración por una persona podría lograr separarme de ella? Ese sentimiento no era más que quizás, el primero más fuerte de todos... Y creo que me asusté un poco. No voy a decir que no tuve miedo, porque estuve aterrado, pero Zayn me demostró que estaba ahí y de alguna forma yo sentí que su presencia sería suficiente. Definitivamente, si pudiera volver el tiempo atrás, sabiendo lo que ahora sé: quitaría el puto pie del acelerador, daría marcha atrás y correría a sus brazos para decirle que nos vayamos ya a cumplir todas y cada una de las promesas. Me habría ahorrado bastante, tal vez.

Mejor tarde que nunca dicen, y aunque no soy muy fanático de los refranes, me voy a permitir utilizar este. Tres años tarde.

Nos esperaban largos años de Universidad, millones de cosas nuevas para enfrentar, responsabilidades, inseguridades, nervios, estrés, emoción, tristeza... amor, ¡yo qué sé, muchas cosas! Supongo que también me da algo de nostalgia abandonar Londres luego de extrañarla tanto, y justo después de volver a acostumbrarme. Echaré de menos, aunque irse con Zayn es como llevarse un cacho de casa conmigo.

Di una última mirada al espejo retrovisor mientras el sol se escondía opacando la luz que me mostraba con claridad la ruta, y vi cómo iban quedando atrás muchas cosas, entre ellas... mi infancia, adolescencia, familia, barrio, escuela... ¡miles de experiencias! ¡Nunca pareció tan terrible cuando hace tres años escapé! Lo distinto es que ahora estoy pensando, y eso que estoy abandonando, no me da angustia, sino que me recuerda que estoy creciendo.

Y supongo, que si alguna vez extraño casa... Siempre tendré a mi lado a Zayn y recordaré que sigo en casa.

No analizo mis sentimientos por Zayn como descabellados... Ni siquiera los de hace tres años atrás. Es más, cada vez que lo miró me encuentro más cuerdo de haber enloquecido por él. Solo que esa clase de amor que siento no es la que pensaba... Es la misma que siento por mi familia, por mi barrio, mis amigos, mi casa... y hasta el boliche que solíamos frecuentar. Esa, que me recuerda que soy Liam Payne, con todos los defectos y virtudes que me puedas imaginar. Y creo que tal vez solo debía darme cuenta de eso...

Yo quiero estar donde él quiera estar... y con suerte Zayn querrá lo mismo.

...

Capítulo FINAL! Luego publico los agradecimientos como para cerrar! Espero que les guste!! Los amo y gracias.

The Back Road (Ziam Fanfiction)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora