Capítulo ocho
Eran las diez de la noche y Liam estaba muy feliz, Zayn lo había invitado a salir junto con sus amigos. Liam se sentía contento porque sabía que si Zayn lo estaba uniendo a su grupo de amigos significaba que todo iba bien, que las cosas estaban tranquilas, y lo mejor de todo: que Zayn estaba feliz con su regreso.
Pasó por su casa a las once y media y fueron al espectacular boliche donde siempre les gustaba pasar la noche. No había cambiado absolutamente nada desde la última vez que fueron, y eso que Liam pensó que el local cerraría o cambiaría de nombre siquiera. Sus dos teorías eran equivocadas.
Ingresaron y la oscuridad los invadió, pequeñas luces coloridas y nerviosas de paseaban de un lugar a otro, bailando sobre los cuerpos, iluminando casi sin querer a las personas.
—Este lugar lo conozco, Zayn—dijo Liam.
—Lo sé, es donde solíamos pasarnos las noches. Vengo aquí casi todos los fines de semana—le comentó entusiasmado.
Liam sonrió, Zayn no había perdido la costumbre.
—Hey, allá están los muchachos, ven. —le dijo señalando un rincón donde sus amigos estaban sentados en unos sillones muy cómodos, al parecer.
Liam estaba nervioso, quería caerles bien, pero no era muy bueno dando primeras impresiones, solía conocer gente y hacerse amigos mientras trabajaba, de esta forma era algo difícil para él. Supo que debería esforzarse para no arruinar nada.
—¡Hey! —gritó Zayn y todos le gritaron lo mismo. Liam estaba quieto en silencio a su lado. Vio a tres personas cómodamente sentados en los sillones, un chico castaño con cabello rapado y algo moreno, una chica pelirroja en el medio, y uno con cabello bastante largo y descontrolado de color marrón que abrazaba por los hombros a la pelirroja.
—Este es Liam—lo presentó. Bruno alzó una ceja y miró a Zayn, este le pidió que se callara.
—Él es Bruno, el más idiota de todos. Ella es Miranda, y Kevin—le informó a Liam mientras este los saludaba.
—Hasta que por fin conocemos al famoso Liam Payne—dijo Bruno con un tono amigable. Liam le sonrió. —No sabes cuánto hemos oído hablar de ti—le comentó Bruno a Liam con una mirada cómplice. Liam miró a Zayn y este trató de evadir el asunto.
—¿Quieren algo de tomar? —preguntó.
—Por favor, Zayn—pidió Miranda. Zayn caminó hacia la barra dejando a sus amigos con Liam. Sabía que ellos no le mentían, desde que el castaño se fue no había un día que no les hablara de él, y todo lo que le dijeran no sería malo, pero prefería no estar ahí para encontrarse con la intensa mirada de Liam.
Liam era una persona muy especial y no había forma de no hablar de él. Todo lo que había hecho con él era inolvidable, y las anécdotas eran divertidas, y todo su historial de amistad lo llenaba de orgullo y amor. Era la prueba cabal de que no había tomado tantas malas elecciones en su infancia y adolescencia.
Volvió con los vasos y se los entregó a todos en la mano.
—Y bien, Liam, cuéntanos sobre ti—habló Miranda. —aunque creo que Zayn ya nos ha hablado de hasta el último detalle.
Zayn sonrió falsamente.
—Bueno—se rio Liam. —Viajé a Liverpool y estuve tres años allí trabajando de mesero y dando clases particulares de matemática en una biblioteca. Vivía en un departamento precario, pero tenía todo lo que necesitaba, hice amigos y la pasé bien. Luego extrañé mucho y decidí volver. ¡Nada se compara con Londres!
—Me dijeron que Liverpool es muy bella—comentó Miranda.
—Lo es—confirmó Liam.
—Y si nada se compara con Londres, ¿por qué te fuiste, Liam? —le preguntó Kevin. —¿Estudios, problemas con la justicia, o... dejaste a alguna chica embarazada? —codeó el castaño.
—¡Agh! ¡Eres un idiota! —reclamó Miranda.
Liam se rio.
—No, no. —aclaró y dirigió su mirada a Zayn que lo miraba atentamente. Era momento de rendirse, de decir la verdad, pero no era justo que le contara a estas personas desconocidas antes que a su mejor amigo en privado y con la mayor de las delicadezas.
—Necesitaba despejarme, tomar aire, salir un poco para ver las cosas más claras desde lejos. Recién salía de la secundaria y necesitaba ordenar mis ideas—aclaró Liam serio y concentrado, no estaba mintiendo del todo, pero estaba obviando mucho de lo importante.
La noche transcurrió tranquila y divertida, y con tranquila se refería a que sin complicaciones. Liam se sintió bien, integrado y aceptado, al parecer los amigos de Zayn sabían más de su vida que él mismo, así que no fue tan difícil dar una buena impresión pues Zayn había comentado buenos momentos que ellos supieron sacar a tiempo para tener una conversación entretenida.
***
Como las casas de Miranda, Bruno y Kevin quedaban en el centro, ellos fueron bajando dejando a Zayn y Liam en el auto cansados pero no del todo borrachos. La primera casa que encontraron decidieron bajar, la de Zayn y entraron los dos tambaleando pero con cuidado de no hacer ruido o romper algo en el transcurso a la habitación del morocho.
Cuando sus cuerpos tocaron el suave colchón sus almas hallaron la calma. Creyeron que se quedarían dormidos antes de siquiera quitarse los zapatos, pero como era costumbre, sufrieron un lapsus de insomnio en cuanto estuvieron listos para dormir.
—Creí que habían cerrado ese lugar, o siquiera hacerle alguna modificación. Cambiarle el nombre o que simplemente la gente dejara de ir en el transcurso de tres años—comentó Liam.
—Las cosas buenas siempre duran, Liam—le dijo Zayn.
Liam se dio cuenta de donde estaba, con quien estaba, y como estaban los dos, como habían estado hace tres años.
Como nosotros, pensó Liam.
Volvió a sonreír como antes y se incorporó sosteniendo su cuerpo con sus codos. Al verlo, Zayn lo imitó.
—Zayn—lo llamó, este lo miró a los ojos. —¿Estamos bien? ¿Me perdonaste ya?
Zayn sonrió, pero solo vio una parte de su rostro iluminado por la luz de la luna que entraba desde la ventana.
—Liam, —introdujo con gracia. —Yo te perdoné desde el preciso instante en el que te volví a ver después de tres años.
Liam sonrió en plena felicidad.
—Fue difícil al principio porque estaba enojado, confundido y dolido, me costó mucho entender que no importa saber ya mismo porque te fuiste... Solo quiero ver como nuestra amistad florece de nuevo, como si solo hubiera sido un cambio de estación.
—Estoy feliz de ver las flores, —comentó Liam. —son muy hermosas.
Para cuando quisieron acordar estaban más cerca de lo que alguna vez hubieran imaginado. Solo hacía falta que ambos cerraran los ojos y dieran el más sencillos de los pasos. Unieron sus labios, y al sentirse así de unidos fue como si sus cerebros se inundaran de perfume y rosas, calidez, paz, una sensación indescriptible. No hubo consciencia, ni pensamientos, fue como si se hubieran adormecido. Cuando la barrera del asombro se levantó, Zayn subió su mano desesperada y le agarró los cortos cabellos y lo atrajo aún más, Liam gimió. Tomó los cabellos del morocho como había estado deseando por básicamente la mayor parte de su vida y profundizó el beso.
Y era cuestión de tiempo, para que dos partes igualmente perfectas cayeran juntas, porque habían sido hechas para estar unidas, solo que no tenían ni idea de lo fuerte que podía ser el destino a veces.
—-
Es corto, ya sé, pero es que no tengo mucho tiempo y me di cuenta de que los núcleos del capítulo están acá. Si ven algún error haganmelo saber, estuve apurada y no pude analizar bien el texto como hago siempre. Espero que les guste, besitos.
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The Back Road (Ziam Fanfiction)
RomanceDos amigos inseparables. Una partida inesperada. Demasiadas preguntas. Deseos de regresar, y una ruta de vuelta. Una historia acerca de saber qué camino tomar.