Capítulo cinco

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Capítulo cinco

No era de extrañar que el celular de Liam hubiera sonado esta mañana con la referencia de ‘Camilla’. La morocha era una chica que había conocido en Bristol, a la cual le había dicho que llamaría en cuanto arribara a Londres pero nunca lo hizo, había muchas cosas que descubrir y con las cuales reencontrarse. No había más relación entre ellos que una cálida amistad, lo que no apartaba el hecho de que Liam disfrutaba mucho de su compañía y que Camilla era muy inteligente y desligada. Nunca se preocupaba mucho por las cosas y en más de una ocasión le había evitado un ataque de nervios.

—¡Hola, Camilla! —la saludó y recibió lo mismo del otro lado. —¡Oye, lo lamento! Sé que dije que llamaría ni bien llegara, pero han pasado tantas cosas… Había muc-

—¡Hey, hey, hey, Liam! —lo detuvo ella. —¡Tranquilo, eh! Yo no estoy enojada. Y sí, te entiendo. Sabía que no me llamarías por eso lo hice yo.

—Bueno, pero yo-

—Está bien, Liam—lo cortó otra vez ella. Y echó una risita. —¿Cómo has llegado, qué ha pasado?

Liam se fijó que no estuviera toda su familia alrededor escuchando la conversación. No quería celebración porque una chica tenía su teléfono. Ni tampoco quería preguntas o especulaciones. Se corrió a un rincón.

—Demasiado loco, aún no me acostumbro a la comida de mamá. Ni a las tardes desocupadas y eso que me costó mucho hacerlas un hábito allá en Bristol.

—Te entiendo, a veces me gustaría tener donde regresar cuando me canso de este lugar—respondió ella.

—Bristol no es tan malo—la animó él.

—No, pero me aburro mucho sin ti. Y los nenes de las clases particulares te extrañan. Ya no sé qué decirles para que paren. —se rio ella. —No sé si decirles que te fuiste en una misión secreta, o en busca de un amor del pasado—exageró ella.

Liam se rio. En busca de un amor del pasado.

—O podrías decirle que me fui en busca de las pastas más ricas del mundo.

—Me encantaría probarlas.

—Entonces, ven.

—¿En serio? —preguntó ella sorprendida.

—¡Por supuesto! Aquí te recibirán bien y hasta te puedes quedar a dormir.

—Ay, no sé si debo, Liam. Es tu casa.

—Yo quiero que vengas.

***

—¿Qué rayos quieres decir con eso, Liam? —le preguntó Zayn mientras tiraba una piedrita hacia una rama del árbol encima de ellos.

—¡Ay, Zayn! No me digas que nunca te pasó. Estar confundido. —le respondió Liam.

—Si me pasó, espero que no me haya visto tan patético como tú—volvió a tirar una piedra y está al caer, casi le pega en la cara.

—¡¿Por qué eres tan cabrón, hijo de puta?! —le dijo Liam tirándole en la cara con los pedazos de césped que había arrancado del parque.

—¡Porque tú eres un pendejo, Liam! Y te pasas la vida con esa cara de perro y todo marrón. —le dijo Zayn escupiendo los pastos que casi se traga.

Liam se rio y lo miró.

—¿Y tiene que ver que sea… “marrón”? —le preguntó confuso Liam.

—Por supuesto—le respondió totalmente convencido.

Liam se volvió a reír y Zayn solo sonrió sin siquiera mirar.

The Back Road (Ziam Fanfiction)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora