Capítulo 27

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No lo creería si no fuera porque lo estaba viendo; en el espejo de fondo pudo ver como una chica de cabello negro y brillante rajaba su vestido. Reconoció enseguida quien era.

Quizá, en otro momento, no tan enojada con ella como ahora, le tomaría más creerla capaz.

Pero en ese instante, no era tan difícil.

"¡Lo sé!" Ésula también se veía enojada "¡Y también tomó el antifaz como si fuera suyo!"

Latte pasó las manos por su cabeza, intentando calmarse. Ya había dejado ir mucho enojo, pero sentía como este volvía a ella rápidamente.

Tenía una mezcla de emociones; furia, decepción, traición y desagrado.

Creyó que eran buenas amigas, pero esto si fue una patada en el estómago.

"Deberías disculparte con el pobre de Bishot entonces" Lily miró a Ésula; por creerlo el autor del desastre lo había explotándolo mucho al inicio encargándole reparar cada pequeña cosa, incluso lo que no estaba roto.

"... Luego."

Latte se levantó y fue por sus cosas. Lily, como la voz de la razón que siempre era, se acercó a ella.

"¿Estás bien?"

"No estoy nada bien" fue sincera "Solo quiero arrancarle el cabello, llorar un rato y luego volver a arrancarle el cabello."

"No debes hacerlo" se encogió de hombros, gracias a esa mujer podía evitar golpes incluso mientras tomaba una copa de vino "Mantente calmada, no queremos que las cosas escalen a más ¿está bien?"

Asintió sin ganas y salió del lugar.

Cuando se fue, Lily miró su teléfono, específicamente el chat de su novio, después a Ésula y pensó algo un momento.

"Ésula, ¿me ayudas con algo?"

...

Latte prefirió regresar a pie, aunque le tomara más tiempo; una buena caminata haría que se despejara un poco.

Después de más de una hora, y con la cabeza un poco más fría, llegó a los dormitorios. Decidió que tendría una platica civilizada con su compañera y aclararían las cosas.

Llegó a su piso y buscó en su bolso sus llaves, pero no encontró nada.

Cierto, cuando se encontró con Peridot huyó antes de que le diera sus llaves. ¿Y su repuesto? Seguramente debió quedarse en su mochila de la universidad.

Por la hora, probablemente Ibelin ya estaría de vuelta.

Suspiró, excelente momento para tener que pedirle algo.

"Ibelin" tocó suavemente "¿Puedes abrirme?"

Escuchó ruido dentro, pero, aunque esperó un poco, nadie le abrió. Tocó nuevamente.

"Sé que estás adentro, ¿Puedes abrirme? Necesitamos hablar" seguía tratando de ser paciente, pero estaba volviendo a enojarse. Golpeó otra vez "Ibelin, no es gracioso. Déjame entrar"

[Ábreme la puerta para que pueda insultarte cara a cara.]

Escuchó como se acercaba a la puerta; tomó su bolso, preparándose para entrar.

Click.

Distinto a lo creía, la puerta no se abrió, en vez de eso, la había cerrado con llave.

Había sido tolerante hasta excesos criticables, pero todo tiene un límite.

"¡Abre la maldita puerta!" golpeó más fuerte, incluso pateándola un poco. "¡Abre o te saco los ojos!" apenas terminó de gritar, escuchó como ponía música.

Is she a Bridesmaid?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora