CAPÍTULO 7

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   Me desperté con un grito ahogado, pero nadie pareció darse cuenta... tome ni móvil y observe la hora, 7:30am, no era tan tarde, en tonces, entró una llamada. Observo la pantalla y se dio cuenta de que era su mamá.

-¿Bueno?-respondí.

-¿Paola?-preguntó ni mamá del otro lado del teléfono.

-Si.

-Ayer había tráfico por qué uno un accidente en la carretera, pero ya lo resolvieron...

-Que bien, ¿y ahora que harán?

-A eso es a lo que voy, en la madrugada llevamos una muda de su ropa a la casa de David, por si pensaban pasar otra tarde con el...

-Gracias mamá...

-Si, nos vemos en la noche.

-Si, adiós.

-Adiós.

   Colgué y di un grito de alegría por lo bajo.

   Me quedé acostada por un momento. Después me levanté y comencé a tender la cama, olvide que no estaba en mi casa y cante a todo pulmón te dejo en libertad. Todavía cantando me cepille el cabello, fue allí cuando termine de cantar.

-No sabía que cantabas- vi a Diego por el espejo y voltee sorprendida.

-Diego, ¿Desde cuando estás allí?-pregunte poniéndome los zapatos.

-Bastante para descubrir que tienes una voz encantadora.-sus ojos posaron por todo el cuarto- Bien, ojala así fuera David. Pero bueno, mi mamá ya hizo el desayuno.

-Gracias, ahora voy.

   Diego se fue, yo me vi por última vez al espejo y salí.

   En el comedor ya estaban todos sentados.

-Buenos días-dije al sentarme.

-Buenos días-respondieron todos al unísono, excepto David que tenía la mirada clavada en su plato.

   Me metí un bocado de comida a la boca.

-¿Que tal durmieron chicas?-preguntó María.

-De maravilla-contestó Michelle con una gran sonrisa de oreja a oreja-aún me siento en las nubes.

   Todos la miramos pero ella no parecía darse cuenta.

-Yo dormí bien-afirme. Y el resto del desayuno terminó en silencio.

-¿Ya escucharon cantar a Paola?-dijo Diego cuando la mesa ya estaba limpia.

-Yo no- María se sentó en la mesa.

-Tiene una voz angelical-era David, voltee  a verlo y sus se iluminaron por un momento, pero después volvió a bajar la vista-cantó con migo en el parque.

-Si, canta hermoso-Michelle aún tenía la sonrisa.

-Bueno, me gustaría escuchar-dijo María mirándome.

-Canta la que cantaste en la habitación.-indicó Diego.

  Yo la cante y después de que todos me aplaudieron y halagaron, volví a la recámara. Estuve todo el día en mi celular.

-¿Puedo pagar?-preguntó David después de tocar en mi puerta abierta.

-Si pasa-yo me sente en las cama.

-mi madre me dijo que te diera este bolso.-me lo entregó.-es todo.-creo que debo irme.-se dirigió hacia la puerta.

-David, espera-fue levantadome-debo hacerte una pregunta.

   El se volvió hacia mi.

-¿Te gusta Michelle?-mi voz se quebró al pronunciar esas palabras.

-Eso es ridículo-David cerró la puerta y se acercó hacia mi-¿Por Quique crees eso?

-Por nada, es que como vi a Michelle tan contenta, pensé que...

-Mira, ella no me gusta.

-Pero es perfecta, es hermosa y...

-No me gusta la perfección, me gusta una chica que es sencilla, cariñosa, decidida, una chica que sea tú.-puso su mano encima de la mía.

   Dirigí mi mirada a la suya que me estaba viendo y se acercaba hacia mi. Yo cerré los ojos.

-¿Crees que este vestido...-Michelle entró en la habitación y David y yo nos separamos- perdón, ¿Interrumpo?

-No-me levanté.

-Muy bien-Michelle levantó un vestido-¿te gusta este?

-si, es perfecto-respondí

-ok me lo pondré.-Michelle se fue.

-Muy bien- David se levantó-vamos a dar un paseo, así que creo arte deberías cambiarte-David salió de la recámara y cerró la puerta.

   Yo me quedé sola muy confundida pensando en lo que acababa de suceder.

Mi sueño se cumple. #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora