CAPÍTULO 28

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   Paola.
*
   Después de que David me insistirá mucho tiempo regresar a su casa, yo accedió y volvimos.
   Cuando llegamos todo estaban sentados en la sala, mí madre se acercó a mi al verme.
   -¿Estas bien?- quiso saber mi madre y me abrazo.
   -Si, estoy bien- dije devolviendo el abrazo.
   -Muy bien. - dijo apartandose, inhalo profundamente.- No volverás a hacer eso- su voz ya no era tierna.- ya basta de escapar así, Paola, no te lo permitiré otra vez.- mi madre estaba mirándome con sus ojos que penetraron hasta mi interior.
   -De acuerdo, no lo volveré a hacer- dije.
   A mi madre se le ablando el rostro.
   -Ho, ven aquí. - extendió sus brazos otra vez y yo volví a rodearla con los míos.
   Después deje que mi mamá y María platicar de nuevo y subí con David a su habitación.
   No era distinta a la última vez, yo me senté en la cama mientras el iva al baño para... pues... hacer lo que las personas hacen en el baño.
   Era incómodo estar allí sin hacer nada, comencé a ver con más detalle la habitación. Sobre el escritorio de David, había una libreta, tenía la tapas azules y en medio ponía "David".
   Lo tome, acariciae la tapa, tenía unos espirales en relieve y en la esquina inferior con tinta dorada decía: "Canciones"
   No pude resistir la tentación y pase una página, tras otra, tras otra, sin leer en realidad. Hasta llegar a la última canción llamada :
   "UNA LOSA EN MI CORAZÓN"
   Comencé a leer.
   Yo necesito estar contigo
   Una vez más,
   Yo necesito ser tu amigo
   O algo más.

   Ver tu cara, tu sonrisa
   Que me hacen suspirar,
   Tu voz y tu alegría,
   Necesito cada vez más.

   Soy un loco en los días
   Que no te puedo ver,
   Hoy te alejas de mi vida
   No lo puedo creer.

   Sin saber ni una cosa
   De ti aquí estoy,
   Sintiendo como una losa,
   Que aplasta mi corazón.

   Voy a intentar que se quiebre,
   Y te vuelva a encontrar,
   Así mi corazón que aún te quiere,
   Libre de sentirá.

   -Traje unas frutas de jura cocina para... - dijo David en la puerta.
  
  David
*
   -¿Que estas haciendo?- pregunte al ver a Paola con mi cuaderno.
   Me lancé sobre ella, eso era privado. La fuerza con la que llegue hizo que ella callera en la cama con migo encima, tal y como en la playa.
   -¿Que es esto?- me pregunto.
   - Es privado- dije y le arrebate el cuaderno de las manos para después pararme.
   Ella también se sentó.
   Nos quedamos unos segundos sin decir nada, con la cabeza baja.
   -Lo lamento-dijo Paola sin levantar su mirada.- No sabía que eso fuera tan importante para ti.
   - No te preocupes- dije. - Debí guardar la libreta.
   - ¿Puedo preguntarte algo?- Paola levantó su mirada.
   -De acuerdo. - respondí.
   -La última canción, "una losa en mi corazón", ¿como...?
   -La escribí cuando, cuando te... perdiste.- dije y ella callo.
   -¿Es lo que...?- comenzó a preguntar.
   - Sentí, si.
   El silencio duro más está vez, no quería estar así con ella.
   Debía hacer algo para cambiar eso, así que comencé a cantar la canción, esa canción. Nuestra canción.

Mi sueño se cumple. #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora