CAPÍTULO 32

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Michelle.
*
Me la pase increíble viendo vestidos, bolsos, zapatos con todas nuestras madres, pero sólo quedaban unos pocos días, y estos días los quería pasar con los dos amores de mi vida. David y Paola.
- Creo que... estoy cansada, voy a reunirme con los chicos. - dije cuando estábamos en una tienda de accesorios.
- Claro- dijo María. - ¿Te gusta este?- le preguntó a Rubí mostrándole un collar.
- Es hermoso.- respondió ella.
Parecía que nadie me escucho, así que pensé en volver a decirle.
- Voy a ir a...- comencé.
- Te vas con cuidado. - me dijo mi madre.
- Muy bien. - dije y me fui.
El regreso a las casa de David era largo, pero yo no pensaba en eso, sólo estaba pensando en ellos y el poco tiempo que me quedaba aquí.
Me encantaba que mi novio y mi mejor amiga se llevasen tan bien, ninguno se sentía celoso por qué yo estuviera con el otro. Eran como los dos mejores amigos, y eso me gustaba.
Durante estas vacaciones habían pasado muchas cosas, cosas hermosas. Paola había cumplido su sueño de conocer a David, y yo también, de conocerlo y convertirlo en mi novio. Pero habían pasado también cosas horribles, como el accidente de Paola.
Lo único que sabía era que esto debía volver a repetirse, si, las cosas sólo pasan una vez, pero esto no podía ser así.
Faltaban un par de calles para llegar a la casa de David, pero yo podía jurar que escuchaba sus risas y sus voces alegres como siempre.

Paola
*
-El dilema es, ¿Como lo haremos?- dijo David sentándose en su cama.
- Decirle la verdad a Michelle debe ser practicado mucho para que nada salga mal. - dije.
- Debe ser cauteloso.
- Y no podemos ser tan duros con ella por que todo se saldrá de control.
- Debe parecer arte todo está bien.
- Y debemos ser sutiles con todo lo que decimos.
- Esto será difícil.- David pasó sus manos por su cabello.
- Ni me lo digas- dije sentándome a un lado de el.
Estuvimos un largo rato haciendo garabatos en una libreta para planear todo.
Al final nos pusimos de acuerdo.
- Entonces queda así.- digo recostandome en las cama.
-Si- Dice David seguido de un suspiro y se recuesta a mi lado.
Nos quedamos un rato en silencio
-¿Por qué Michelle es así?- me pregunta David.
- ¿Así como?
- Muy sensible, siempre está alerta.
- Pues... - no sabía cómo contestar. - la han herido muchas veces, tiene miedo de que ella sea el problema y que todo le salga mal.
Lo entiendo yo también conforme lo digo. Se lo que significará decirle la verdad, la destruirá por dentro, pero será peor si lo descubre por otra parte.
-Bien... practiquemos.- dije sentándome en la orilla de la cama. David se sentó junto a mi.
- Ok- dijo y se aclaró la garganta- Michelle, Paola y yo debemos decirte algo, y esperamos que lo tomes bien.
- Nada de esto fue contra ti, y no queríamos que llegará tan lejos- continúe.
- Estas vacaciones han transcurrido con una gran mentira en su interior.
- Y creemos que es mejor que lo sepas.
- Veras, Paola y yo creamos un plan para que tu fueras feliz.
- Y el plan era que David tuviera una relación con tigo pre que yo sé lo pedí.
-Y esperemos que nos persones.-terminó David y me miró.
- Es muy duro. - dije.
- No hay otra forma.
- Y si lo hiciéramos de otra forma, digo no tan directo así no yo me perdonaría, lo que pasa es que con Michelle no puedes decirlo así, será todo un caos y yo...
Hubiese continuado si los labios de David no estuvieran contra los míos.
Me tomo tan desprevenida que no supe que hacer. Era colmo si David quisiera callarme.
Después de unos segundos me deje llevar y se be olvido todo, en mi mundo sólo estaban sus labios, como pasaba siempre que ello me besaba. Comencé a acariciar el cabello de David. Era suave. El paso su mano por mi espalda.
Me hizo estremecer por cada movimiento que hacía, por la recámara su escucho un sollozo, pero no era mío.
David y yo nos separamos y me fui cuenta que el sollozo tampoco era de el.
Por el rabillo del ojo vi una silueta que estaba parada en la puerta. Cuando me fi la vuelta ella estaba allí, con su cara triste, todas las facciones de su rostro parecían caídas. Sus ojos estaban inundados de lágrimas. Michelle de veía terrible.
- Michelle yo... - intente decir pero ella salió corriendo con migo detrás.

Mi sueño se cumple. #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora