2🩸¡Hola, humanos!

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Yuichirou había preparado todas sus cosas para salir al mundo humano.

Tomó el camino con mucha cautela, una vez al salir del pozo había tres chicos borrachos ahí. Y el problema era que estaba en su forma de demonio y ángel.

Pronto los chicos comenzaron a reírse y le ayudaron a bajarse de la piedra.

-Que buen disfraz, amigo -habla uno de cabellos avellana largos con una amplia sonrisa, así que el azabache decidió seguirles el juego.

-Gracias -agradece amable -. Me esforcé en hacerlo -agrega -. Si claro -piensa.

-Pues tu esfuerzo fue demasiado, tiene un gran culo tu disfraz -dijo un chico de cabellos cafés oscuros, tomándolo de la cadera y pegando su hombría al trasero del menor, comenzando a restregarse sobre el ano del mismo.

El chico dejó de moverse, soltó su botella y a Yuu. Retrocedió, luego cayó al suelo, sujetó su cuello y comenzó a retorcerse por la falta de aire. Poco después se colocó en cuatro y comenzó a expulsar sus órganos y sangre. Hasta que dejó su cuerpo vacío, fue así como su cara terminó contra lo que tenía adentro.

Los otros dos comenzaron a gritar mientras miraban a los ojos de Yuu, pronto sintieron como todos sus órganos vitales explotaban en su interior, vomitaron sangre y pronto cayeron al suelo ya muertos. El azabache transformó su cuerpo pareciendo un humano. Rodeó los dos cuerpos frente a él, fue hasta la cabaña y la abrió como si nada. Entrando en esta.

Mientras se instalaba en la habitación que fue de su padre y madre, escuchó gritos de dos chicas.

Con cautela se fijó el porque gritaban, cuando ya sabía la obvia respuesta. Veía que sacaban sus teléfonos móviles y llamaban a alguien.

Al cabo de unos minutos llegaron dos patrullas y unas tres ambulancias. Yuichirou observaba como metían los cuerpos de los chicos en bolsas. Pronto estos se fueron. El azabache comenzó a reírse fuertemente. Tomó el rubí con el que se podía comunicar con su padre, fue hasta el baño y lo colocó en un espacio vacío del espejo, pronto su reflejo se volvió borroso, luego aparece el rostro de Guren.

-Tres chicos acaban de morir, no tenían buenas intenciones y ya sabes que querían hacer -dijo el moreno -. Ah sí, y uno me tocó sin mi consentimiento.

-... Vaya... ¿A cuántas chicas querían violar? -inquiere el nuevo Satanás.

-Dos, querían meterme a mi también -responde el menor.

-Bien, ya enviaste sus almas. Ahora iré a sentenciarlos junto con Shikama Doji. Aunque me darás problemas gracias a eso -el chico solo se rio, sabiendo que su padre solo bromeaba.

-Okay, okay~ Hasta pronto, padre -se despide el moreno, su progenitor le da la orden de que cada semana le reportará lo que había descubierto sobre el paradero de su madre. El chico solo asiente.

Una vez que su espejo vuelve a la normalidad deja ahí el cristal rojo, ya que podría perderlo en cualquier lugar de la Tierra actual.

Salió del baño y de la cabaña, empezando a caminar hacia la carretera sin pavimento, un granjero joven se detiene y le ofrece un "aventón" hacia Tokio. El chico demonio acepta la oferta y se sube a la camioneta.

En el camino los dos platicaban. El chico se llamaba Makoto Narumi. Era extraño para Yuu, ya que el castaño no vestía como un granjero, traía puesto unos jeans de mezclilla y unos botines cafés, camisa de cuadros de manga larga -pero ésta estaba recogida - y una playera negra debajo de la otra.

Hablaban muy poco, pero el ambiente era agradable.

Una vez que llegaron al centro de la ciudad, el castaño se ofreció a llevarlo de regreso a su casa. Este aceptó, quedaron de verse a cierta hora en el mismo lugar y el azabache bajo del coche. Se despidieron, aquel moreno observó como el auto se perdía. Tenía suerte de recordar la matrícula y la forma del mismo. De todas formas, sabía que si no llegaba emprendería vuelo hasta la cabaña.

El Hijo de Satanás «MikaYuu» [Concluida]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora