15🩸No te alejes de mi

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-¿Q-qué eres? -inquiere el rubio completamente en shock. Yuu no quería responder. Pero conocía a ese chico.

-... Soy... El hijo de Satanás -responde triste y sincero a la vez.

-E-esto seguramente es una broma, ¿Verdad? Dime qué es una broma -ruega el más alto poniéndose lentamente de pie.

El silencio de Yuu le hacía entender que era verdad lo que pasaba. Sea lo que sea que está frente a él era el chico de cuál se enamoró.

Aquel azabache volvió a meter su katana en su vaina, pronto el verde brillante que había aparecido en sus ojos, volvió al mismo rojo intenso que poseían sus iris. Quería acercarse al rubio para tomar su perro e irse, pero, no sabía si hacerlo. El humano estaba en shock y posiblemente lo atacaba.

Eso era lo que creía.

Mikaela procesaba todo. Ni siquiera sabía que era lo que sentía en ese momento. Su mirada se encontraba en el suelo la alzó un poco observando a aquella criatura, la cual se veía demasiado hermosa pero a la vez espeluznante. Quería creer que si era una broma. Pero lo que no era una broma era Pochi. El perro no se movía.

¿Ahora que haría? ¿Enfrentarse al hijo de Satanás por haber matado accidentalmente a su nueva mascota?

Yuu se dió cuenta de ello, se acercó y vio como Mika temblaba sin retroceder. Tomó a Pochi para cargarlo como bebé, luego le sopló en la nariz. El canino empezó a moverse y llorar, el morocho simplemente se dedicó a consolarlo.

-¿Q-qué es lo que hiciste...? -cuestiona temeroso el más alto.

-Saque el alma de Pochi de su cuerpo para que no se asustara mucho. Lo hice cuando corté la primera bala, ahora se la devolví... Tranquilo Pochito, todo está bien -dice en voz baja para su mascota, el animalito poco a poco se calma.

-... ¡¿Por qué te...?! ...¿Por qué no...? -trata de preguntar el rubio, pero no podía argumentar nada. Se da vuelta y grita frustrado sujetando su cabeza. Nuevamente se voltea para tratar de preguntar algo, aunque nada se le venía a la mente.

-Satanás es mi padre, aquel hombre que fue a buscarme a tu casa, era él. Ustedes los humanos le llaman por ese nombre o le dicen "El Diablo". Pero en realidad se llama Guren McDowell... Mi madre fue un ángel, pero, murió años después de que nací. La condenaron a muerte por haberme tenido. Según mi papá era la mujer más bella que nunca había conocido... -dice Yuu con una sonrisa triste -. Una dragona le dijo a mi papá, que ella renacería como humano, pero su poder no lo podía sacar a menos que alguna situación extrema lo requiera. Además de que no recordaría nada de su vida antes de morir, incluso su físico cambiaría -Mika escuchó atento todo aquello, pero aún no sabía que más respuestas tendría -. Yo quise buscarla y hacerla recordar todo, mi papá no estuvo muy de acuerdo con esta decisión, pero me apoyó en lo que más pudiera necesitar -soltó un suspiro cansado y triste -. Tenía que mezclarme entre los humanos para que nadie sospechara nada sobre mi, aunque algunos me confundieron con el chico que murió hace casi tres meses. No quería relacionarme con ninguno de ustedes, solo lo haría con dragones y con el o la humana que tenga el alma y poder de mi mamá. P-pero... Apareciste tú y terminé enamorándome de ti. Nunca quise mentirte, quería que supieras todo, pero sabía que algo así pasaría -aquella sonrisa se había ido.

Mika había dejado de temblar. Aún tenía más preguntas, abrió la boca para hablar pero Yuichirou se adelantó.

-Hay unos cien dragones vivos en la universidad que estás. Pero había uno que usaba un muñeco de madera y ese era Mei. Murió para salvar a Michael de ser cazado. Yukio, Yoichi, el chico de pelo rosado y él, son dragones -dice, Mikaela estaba en blanco.

El Hijo de Satanás «MikaYuu» [Concluida]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora