El Hijo de Satanás «MikaYuu» [Concluida]

23🩸Ferid Bathory

Supuestamente estaban en una cita, pero está era en el departamento del peli largo.

Quien tenía un puchero debido a que estaba lloviendo y no pudieron salir a ningún lado; era abrazado por el azabache quien estaba realmente entretenido con la estupidez humana.

-Ojalá Yuu-Kun esté bien solo -dice de la nada viendo triste a Guren.

-Lo está, dijo que iba a dormir y posiblemente ver la lluvia en cuanto despertara -dice el ojirubí viendo al menor con una sonrisa -. Además no está solo, está su novio y sus dos mejores amigos haciéndole compañía.

-Aún insisto que no debería andar con Mikaela -dice deshaciendo el abrazo.

-Tú lo conoces. No creo que haya motivo para que te molestes, él no hizo nada malo y lo sabes -dice. El menor trato de excusarse pero, el ojirubí tenía razón -. ¿Ves? Son jóvenes, están aprendiendo de la vida.

-Lo lamento -dice mirando hacia otra parte.

-Descuida.

El peli largo tomó el control y buscó una película, intencionalmente una de terror, para que el azabache le abrazara.

Pero en lugar de eso se llevó muchas quejas del mayor, lo cual le causaba gracia y tuvo que cambiarle para que el otro dejara su mal humor y no fuese a romper su televisión.

Los días pasaron, Ferid planeó una verdadera cita decente. Revisó el clima, compró cosas para hacer una cena deliciosa, para dos, aunque sobró más de dos porciones.

Citó a su amado en su casa, e incluso se vistió formal con un poco de atrevimiento. Pero no contó que su pareja llevaría a su hijo y este se sintiera raro ya que los dos adultos vistieron para una velada romántica.

-Te lo dije -habla el moreno menor viendo a su padre quien tenía los ojos en blanco.

-¿Y yo como iba saber? -dice molesto. El menor comenzó a reírse por lo bajo, haciendo que su padre se pusiera rojo. Eso quería decir que ya sabía que iban a hacerle un hermano (de manera salvaje, como él).

-M-mejor cenemos -dice Ferid.

La comida fue tranquila y animada, ya que los dos adultos hablaban en doble sentido, pero Yuu entendía sus perversiones y los avergonzaba.