12🩸Pochi

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Ambos azabaches iban directo a una veterinaria. El príncipe aún tenían en brazos al perrito, lo acariciaba y rascaba su panza.

Poco después llegaron. Entraron y no había nadie esperando.

Ambos sonríen, Yuu se acerca hasta el mostrador y el que atendía le ve y se pone rojo.

-Hola, ¿Podrían revisarlo? -inquiere el ojirubí preocupado por el perrito. Pero el chico sigue embobado.

-Encontramos al pequeño perrito en un parque, y vimos que andaba cojo, pero no sabemos que tiene -dice el otro pelinegro sonriendo, el chico de lentes lo mira, asiente y con manos temblorosas toma el perrito y en eso sale el doctor, un hombre moreno, rubio y del mismo color de ojos que Yuu.

-L-los lindos chicos... ¡Digo! ¡Estos muchachos! T-trajeron a este cachorro de bulldog inglés a revisión... -se acercó al rubio y le explicó lo que ambos pelinegros le dijeron.

-¿Qué es un bulldog inglés? -cuestiona Yuu en voz baja.

-Es una especie de perro pequeño, son arrugaditos y gorditos -responde de la misma manera; miró a su alrededor y se acercó a una pancarta dónde había distintos tipos de perros. Yuu le siguió -. Este es -señaló con su dedo al canino.

-Aww es muy lindo~ -dice Yuu en voz alta.

-T-tú también -habla el chico de lentes, quien se sobresalta al sentir una mano en su cuello y es arrastrado al consultorio del rubio.

-T-tú también -habla el chico de lentes, quien se sobresalta al sentir una mano en su cuello y es arrastrado al consultorio del rubio

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Al chico se le dejó el resto del día, libre, el rubio se quedó con ambos pelinegros.

Ese tipo era Urd Geagles. Uno de los tantos dragones que se hacían pasar por humanos; aparte, este era tío lejano de Michael.

-¿Estás seguro que tu padre te dejara tener a ese perro? -inquiere el rubio al moreno menor. Pero este al parecer no le escuchó ya que le estaba dando besitos cariñosos al perrito y ese se dejaba moviendo su rabito con felicidad -. Bueno, ahora es inmortal y cuando te lo lleves al infierno, tendrá tres cabezas como Cerbero... O posiblemente cincuenta -dice poniendo una mano sobre su barbilla.

-Oiga, no le diga eso a Pochi, es muy lindo como para que tenga cincuenta cabezas -infla sus mejillas haciendo un puchero, Yukio solo miraba sonriente.

-Bien, bien. Pero tú lo cuidas; debe de comer alimento para perro: croquetas o comida en sobre o lata, aún está pequeño, tiene como tres meses.

-Está bien -dice al fin el azabache más alto.

Pronto los tres salen del consultorio, Urd los lleva hacia la tienda especial de mascotas que había en su veterinaria. Les dió lo necesario y pronto los chicos se fueron.

Ahora el cachorro tenía un collar de púas con su nombre grabado en una placa.

Yukio tomó otro camino distinto al de su amigo, no sin antes despedirse.

El Hijo de Satanás «MikaYuu» [Concluida]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora