28🩸El ángel manchado de sangre

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Weno, creo que este será otro capítulo largo jsjs

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Pronto volvieron a la ciudad.

Estaban haciendo compras tranquilamente, aunque hablaban sobre la situación que recién paso hace dos días.

Al terminar volvieron a su hogar con más calma. Salvó que, usarían las escaleras para subir, si no había nadie cerca -más que nada -, Shinya, sacaría sus alas y volaría hasta su piso.

Ya frente al edificio, entraron a este mismo. Fueron a las escaleras mientras que los oficiales de policía y electricistas trataban de encontrar alguna explicación sobre porqué el ascensor se cayó.

El albino se aseguró de que no hubiera nadie en las escaleras, así que abrazó a su hijastro y sacó sus alas para emprender vuelo hacia su piso.

Una vez en el descanso de estás, entraron por la puerta yendo directo a su hogar.

Mikaela vio el cielo, además detuvo su paso. Shinya no lo notó hasta que estuvo como a un metro de él.

-¿Qué pasa, Mika? -inquiere el albino viendo al chico quien fruncía su ceño confundido.

-¿Verdad que cuando llegamos aquí, aún seguía soleado? -pregunta de repente. El más alto parpadeó dos veces y observó también el cielo. Estaba nublado, pero no era la gran cosa para su persona.

-Sí, pero siempre suele pasar así -responde, regresando nuevamente su mirada al adolescente.

-Pero está demasiado nublando, parece que lloverá muy fuerte.

Shinya se sorprendió ante lo que dijo el muchacho. Observó el cielo por segunda ocasión. Era cierto lo que decía, no lo había notado. Pero no le dió un buen presentimiento.

Pasó saliva con un poco de dificultad.

-Mejor vamos a casa -comenta el albino, caminando hasta el lugar mencionado.

-Sí... -el chico solo lo siguió.

Al llegar, entraron a su hogar. Todo estaba en orden.

Fueron a la cocina a hacer el almuerzo.

Tras varias horas de tranquilidad, cada quien hacía sus cosas. Mikaela terminando su tarea y Shinya, leyendo algunos documentos.

La tranquilidad se fue al carajo, gracias a una presencia que causaba miedo. Quien se dió cuenta de eso, fue el albino.

Rápidamente se levantó de su silla. El adolescente le vio confundido.

-¿Qué pasa papá? -inquiere.

-Algo se acerca... -responde. Viendo hacia la entrada y al balcón.

-¿Cómo sabes eso? -pregunta nuevamente pero con curiosidad.

El Hijo de Satanás «MikaYuu» [Concluida]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora