19🩸Él no es así

90 13 15
                                    

Yuu se quedó una semana con su novio y suegro. Casi iba a la mitad de otra.

Shinya ya se había acostumbrado a la presencia del moreno, aunque a veces le tenía miedo a Guren cuando se aparecía en su casa para ver a su hijo.

Ese día, no trabajaba así que convenció a Yuu de salir con ellos. Estar encerrado no le haría ningún bien ni a su cachorro; no supo cómo lo hizo pero el moreno hizo caso y ya estaban los cuatro juntos en un mercado cerca del edificio, comprando y observando cosas.

Por suerte el ambiente, era tranquilo, algunos confundían al demonio-ángel con aquel difunto chico, pero luego se disculpaban y le hablaban de otra cosa. El príncipe, cada vez más quedaba intrigado con respecto a ese muchacho. Algunos lo conocían pero no sabían nada de él. Bueno, lo mejor fue cambiar de página.

Los tres iban tranquilos, Yuu tenía tomado a Mika de un brazo, de cierta manera, le hacía sentir feliz y en confianza.

Tras caminar otro poco, se encontraron a Ferid y Guren, quienes se estaban alejando de lo que posiblemente era un beso.

Rápidamente, los chicos se sueltan y los tres se calman, para actuar como si nada pasara entre ellos. Ya que, Guren no tenía idea que su hijo estaba saliendo con alguien y ese alguien sea Mikaela. Yuu suelta un suspiro, le da la correa al rubio y grita.

-¡Papá! -comienza a correr hasta este, el azabache más alto se percata de su hijo, suelta al peli plata para poder atrapar a su pequeño demonio alado que no veía desde hace un día (no estoy exagerando) y así este se abrazó al mayor como oso perezoso.

-Ya no eres un niño y lo sabes, engendro -dijo Satán sonriente, el menor solo se rio y abrazó más a su papá -. Veo que me extrañaste. Pero si sabes que Ferid está aquí, ¿Verdad? -inquiere, pronto baja a su mocoso, y este abraza al peli largo.

-Que gusto volver a verte, Yuu -dice el peli plata.

-Lo mismo digo -habla el menor. El ojirubí mayor mira hacia la dirección de dónde vino su hijo, así ve al rubio y albino junto con un perro, estos amablemente le saludan, y él devuelve el gesto aunque sentía que pasaba algo.

-¡Ay, Shinya, no te había visto! ¡Déjate ver, hombre! -exclama el otro ojiazul y se acerca a su amigo para abrazarlo, el aludido se puso incómodo de una manera no agradable, aquel sujeto tenía su actuar totalmente diferente.

Hablaron otro poco entre todos, pronto los dos jóvenes junto con el cachorro, tomaron otro rumbo para ir a comprar lo que faltaba. Ferid al verlos alejarse, se puso completamente serio, además tenía una mueca de indignación.

-¿Cómo que están muy juntitos, no? -inquiere el peli plata. Guren se rio ante su actitud.

-Estan a una distancia normal, además son amigos, ¿verdad Shinya-San? -habla y cuestiona el azabache al albino, quien se tensa un poquito y luego asiente.

-Shinya, querido, tú y yo sabemos cómo es Mikaela. Yo adoro a Yuu, no quiero que esté muy cerca de él ni que juegue con sus sentimientos -dice el peli largo. El nombrado solo pudo parpadear unas dos veces seguidas.

-B-bueno... En estos días que han estado juntos, no ha pasado nada malo, por así decirlo, cuando llegó del trabajo los escucho reírse a carcajadas -comenta, ocultando su nerviosismo para no revelar el secreto de la relación de su hijo con el hijo del ojirubí.

-Ahg, más le vale a Mikaela no hacerle nada. Nos vemos -dijo. Dió media vuelta y se fue. Dejando a su amigo y a su nueva pareja detrás.

-Supongo que está celoso -dice Guren, cuando Ferid desapareció de su campo visual.

El Hijo de Satanás «MikaYuu» [Concluida]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora