Capítulo 212

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Daegu. Min YoonGi. 15 años.

Amarra el condón y lo tira en el tacho que hay en el baño. Lava sus manos y rostro para después salir, encontrándose con un fajo de billetes encima del barato colchón del hotel junto con una nota la cual el omega con quien acaba de acostarse dejó diciendo que tuvo que irse por un asunto personal; pero que volverán a verse.

—Eso espero…

Murmura YoonGi recogiendo su ropa y vistiéndose. Realmente, lo único que le importa es que vuelvan a verse para que pueda tener esa paga; ya que cuenta con esa cuota para pagar la luz como agua de su casa el siguiente mes.

—Debo ir al supermercado —se dice recordando que faltan algunos víveres en la despensa y sale del hotel para acomodar su sencillo abrigo, y caminar por las frías calles.

Sus pensamientos están centrados en los gastos que tiene tanto en su casa como en el ámbito personal. Tiene que ahorrar lo suficiente para poder mudarse a Seúl y postular a alguna universidad, o lo que sea y sobrevivir al menos unos meses hasta que consiga un empleo. Admite que un sentimiento de angustia y tristeza invaden su pecho cuando piensa que mudarse a Seúl significa dejar a su madre en manos de su agresivo padre.

En realidad, no recuerda cuándo su padre se volvió así. Sus recuerdos de su niñez no son recuerdos apagados o crueles; al contrario, su padre era el típico alfa trabajador y que se preocupaba por su familia. Sin embargo, eso cambió cuando tanto su hermano como él fueron creciendo y los gastos de la casa eran más. Aquello lo llevó a su padre a cometer el grave error en su vida que fue entrar en el mundo de las apuestas.

Ahora, lo único que tiene su padre son deudas, deudas que se encarga de pagar a fin de que a su madre no le hagan daño. Deudas que no podrían ser menos si tan solo su hermano se hubiese quedado con ellos; pero no, eso no pasó. Su hermano, a quien tanto admiraba, decidió abandonarlos para irse a vivir la vida de ensueño con un alfa que no conocía por más de un mes; encima, permitió que ese alfa lo marcará.

Siente una rabia y rencor cada vez que recuerda a su hermano y la traición que cometió; pues todas las charlas, todos los planes, todo el futuro se habían esfumado, destruido, en tan solo unos cuantos minutos.

No será capaz de perdonar a su hermano nunca. Jamás podría perdonarle su traición.

Por su abandono es que debe buscar omegas que quieran tener sexo con él a cambio de un par de billetes; todo ello con el propósito de hacerse cargo de familia y pagar las deudas de su padre debido a que, por más que ha intentado conseguir empeñado, no lo consiguen y, sí, ha optado por el camino que mejor se le ha construido.

Sale del supermercado con las bolsas con víveres que acaba de comprar y levanta su mirada hacia el oscuro cielo cuando ha empezado a nevar.

YoonGi se cuestiona si en algún momento de su vida podrá ser capaz de encontrar la paz como felicidad las cuales anhela con todo su ser. Si será capaz de cumplir su sueño de ser un productor famoso y llegar muy lejos en cuanto a reconocimiento como ganar un Billboard u algo parecido.

También, se cuestiona si será capaz de encontrar a una persona a quien amar y si esta persona lo amara con todas sus virtudes, y defectos; si será capaz de amarlo por quién es a pesar de todas las mierdas que pueda tener encima.

Ríe debido a que es imposible. No puede existir alguien tan puro, noble e ingenuo de corazón. Está teniendo pensamientos muy ridículos, así que continúa su camino hacia su casa topándose con un grupo de amigos lo cual le hace pensar que sería cálido si pudiera, también, conseguir amigos fieles; es decir formar con esos amigos una especie de hermandad, similar a una especie de manada.

Vuelve a reír debido a que está soñando muy alto y sacude la cabeza para despejar aquellos pensamientos, y vuelve a centrarse en hacer una lista sobre los gastos del otro mes.

Destinados Antes de Nacer El Comienzo © || Libro #0.2|| [BtsxJin] (Omegaverse) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora