Destinados Antes de Nacer El Comienzo © || Libro #0.2|| [BtsxJin] (Omegaverse)

Capítulo 243

Acaricia con la punta de su nariz el cuello del alfa de baja estatura con el propósito de olfatear con mayor precisión el cautivador aroma a madera, el cual posee, y un gemido se le escapa de sus labios cuando su erecto miembro se frota contra el muslo derecho de Jimin, quien está apretando con fuerza la sábana con sus manos para que no terminen por el delgado cuerpo de su mayor.

Aproximadamente hace una hora que SeokJin perdió el conocimiento y su lado omega ha tomado el control de sus acciones; y hace, aproximadamente, unos cuarenta y cinco minutos de que Jimin tomó la decisión de ayudarlo durante su período de celos debido a que no podía seguir escuchando el llanto como gemidos dolorosos. Si así estaba para ser el primer día, no quería imaginarse cómo podría ponerse en los siguientes dos días.

No obstante, no lo ayudará por completo, o al menos eso planea. Hará que su mayor lo use cómo desee para calmar ese instinto necesito de aparearse; por eso, está acostado boca arriba en la cama y permitiendo que el omega lo olfatee, y se frote a su mero antojo.

—Alfa… —susurra recorriendo su cuello con la nariz y agiliza el movimiento de caderas contra su muslo—, aah, ngh, alfa…

El aliento caliente de su mayor choca contra su manzana de adán y esto provoca que su miembro duela más por lo excitado que se encuentra; podría masturbarse, sin embargo, la parte de su moralidad no se lo permite.

—Aah, alfa, mhm… —continúa frotándose contra su muslo y aprieta su polera al momento que se corre por segunda vez.

Sus testículos duelen, horriblemente, contra sus pantalones deportivos al oler el semen del omega y araña las sábanas cuando su lobo le dice que lo tome de una vez, y se entierre en lo más profundo de su lubricado interior.

—Al-Alfa… —pronuncia en tono somnoliento y no pasa tantos minutos para que se quede dormido.

Jimin agradece aquello y con cuidado se pone de pie para correr hacia el baño, y masturbarse pensando en cualquier omega; menos en su mayor. Su lobo le gruñe porque es un tonto por estar desperdiciendo a tan hermoso ejemplar de omega y le exige que a la otra vea su expresión cuando se venga.

Niega ante esa exigencia debido a que es consciente que si ve a SeokJin corriéndose; no podrá soportarlo más y estará haciéndolo suyo muchas veces, y de todas las formas posibles.

—Maldición.

Suelta luego de que se ha venido en su mano y apoya su cabeza contra la puerta del baño para cerrar sus ojos, y poder aclarar su mente. Ruega para poder continuar manteniendo el control respecto a su mayor y en la situación en la cual se encuentra. De lo contrario, no sabe con qué cara podría mirar a sus compañeros y amigos del grupo; y, también, a SeokJin.

Se levanta asustado al haber escuchado un par de sollozos y dirige su mirada, inmediatamente, hacia la cama del dormitorio.

— ¿Jin hyung? — Se levanta del sofá y corre hacia él porque está llorando— ¿Qué sucede? ¿Por qué está…

—Al-Alfa malo —dice limpiando las lágrimas con sus manos, mientras hipea—. Al-Alfa malo…

Jimin sonríe, un poco, porque le parece adorable el puchero que está haciendo y se sienta, manteniendo su distancia, en la cama.

— ¿Por qué soy un alfa malo?

—No estabas —lo regaña aumentando su puchero—. Conmigo. No estabas.

—Oh… —se refiere a por qué no estaba durmiendo con él en la cama y estaba durmiendo en el sofá—, lo siento, pensé que necesitabas tu espacio.

Su mayor niega inflando las mejillas y gatea hasta quedar cerca del alfa de baja estatura, quien comienza a ponerse nervioso porque puede oler la sígueme ola de calor.

—Jin hyung, necesita hidratarse —recuerda y busca una excusa para salir del dormitorio—. Iré por agua y…

Calla al quedarse sin aliento por unos segundos debido a que el omega se ha inclinado hasta el centro de su pantalón de pijama.

—Ji-Jin hyung, ¿qué…

Vuelve a callar cuando siente algo húmedo sobre la tela y se sorprende al ver que se trata de la lengua de su mayor.

—No, no debe… —gime con sorpresa porque está lamiendo la punta de su miembro, el cual se está poniendo duro—, ah, maldición…

—Alfa… —lo llama en tono dulzón—, mi alfa…

El lobo de Jimin agita la cola feliz e infla el pecho orgulloso al escuchar que el precioso omega de ojitos brillantes lo reconoce como suyo y no tiene idea, o quizás sí, cómo es que ha llegado a estar arrodillado sobre el colchón, con su miembro afuera y jodiendo la boca de su mayor sin control.

—Ji-Jin hyung… —gime jalando los cabellos negros de este—, Ji-Jin…

Por otro lado, el omega se siente feliz y dichoso de poder estar complaciendo al alfa de cautivador aroma a madera, y espera poder satisfacerlo y satisfacerse por completo en las siguientes horas.