Capítulo 244

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Sus párpados se abren con lentitud y pereza. Lo primero que observa es el techo de la cabaña, en la cual se encuentra y estará encerrado por dos días, y frunce el ceño al sentir un peso sobre su pecho. Baja la mirada para encontrarse con una maraña de cabello de color negro y los recuerdos de la noche, y madrugada se hacen presentes en su mente.

—Jin hyung —pronuncia su nombre con pesar y vuelve a mirar el techo de la cabaña.

Resulta que durante la noche y madrugada, Jimin se dejó guiar por sus instintos animales, no por completo, y terminó tocando más de lo que pensaba de su mayor. También, dejó que le hiciera como tres veces sexo oral y él, también se lo hizo; agregando, que lo masturbó, mientras lo follaba con sus dedos.

—Maldición —se lamenta porque se suponía no tenía que ir lejos con SeokJin.

Ahora que lo ha tocado, su lobo va a querer más y si el omega vuelve a usar ese tono dulzón; sabe que la mínima pizca de autocontrol desaparecerá por completo de su mente.

—Los chicos van a odiarme —susurra con miedo, más al pensar en TaeHyung y JungKook—. No puedo dejar que…

Sus palabras son interrumpidas por su mayor, quien comienza a despertar.

— ¿Mhm? — Parece que se encuentra aturdido. Una condición típica durante el celo—. Oh, buenos días, alfa.

Lo saluda con una sonrisa mañanera y Jimin siente cómo su corazón se detiene por unos segundos, al menos así lo siente. El omega se acurruca contra su desnudo pecho y desprende feromonas de tranquilidad; finalmente, no despertó con una ola de calor.

—Alfa, tengo hambre —dice separándose un poco y hace puchero—. Alimentame, alfa.

A Jimin le parece curioso la personalidad que adquiere su mayor durante el período de celo. No es nada comparado con cómo es normalmente; su parte lobo es exigente, mimado y consentido.

—Quiero paquetes —pide con una bonita sonrisa y le da un beso en la mejilla—. Por favor, alfa.

También, parece ser muy meloso. Su lobo infla el pecho con orgullo porque ha sido el primero en presenciar como es SeokJin durante el período de celo.

—De acuerdo —acepta con un sentimiento extraño en el centro de su pecho—. Anda a bañarte, mientras preparo el desayuno.

—Uh, pero… —se incorpora para sentarse con lentitud y lo mira con picardía—, no quiero que tu semen desaparezca, alfa.

Jimin siente el rostro arder cuando su mayor pasa su dedo índice sobre su pecho, en donde hay rastro de su semen ya seco. También, parece que es atrevido, descarado y sin vergüenza.

—Haz caso.

Es lo único que es capaz de decir y se pone de pie con rapidez para agarrar unos pantalones como polo limpios, y sale corriendo del dormitorio. No sin antes escuchar una pequeña risa por parte del omega, que no será nada sencillo de manejar.

— ¡Eso huele delicioso, alfa!

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— ¡Eso huele delicioso, alfa!

Escucha a través del pasillo y termina de servir el desayuno para llevar los platos a la mesa.

— ¡Panqueques! — Festeja corriendo para sentarse y a Jimin casi le da un ataque al corazón al notar que solo está vistiendo una camisa, su camisa para ser más específicos. Encima está mal abotonada, dejando al descubierto su pecho como pezones.

— ¿No tienes frío? — Pregunta dudando si sentarse a comer o no.

—Tendré calor en poco —alza los hombros sin darle importancia y agradece por la comida.

Jimin suelta un suspiro y se sienta con cautela; coge su tenedor y comienza a comer a lentos bocados.

— ¡Alfa, está rico! — Chilla luego de haber provocado un bocado.

—Me alegra que te guste —menciona un poco incómodo por la forma cómo lo miró.

—Alfa —lo llama con calma.

—Dígame, Jin hyung.

—Después del desayuno quiero que me haga el amor sobre esta mesa.

Se atora con un pedazo del paquete y lo escupe a un costado.

— ¡Alfa, no haga eso! — Lo regaña—. No está bien desperdiciar la comida.

Jimin bebe mucho jugo de naranja y le recuerda a su corazón cómo debe latir. Definitivamente, el lobo de su mayor es todo un omega descarado, atrevido y sin vergüenza.

—No…, no haré eso —le hace saber desde ya.

— ¿Prefiere el sofá? ¿La encimera? — La naturalidad, la cuál utiliza, deja aturdido a Jimin—. Oh, ¿le gusta sobre el piso?

— ¡No! — Exclama, totalmente, avergonzado—. Me refiero a que no…, no iré tan lejos contigo.

—Uh, ¿por qué? — Cuestiona inclinando la cabeza hacia el lado derecho y se nota la confusión en sus ojitos marrones— ¿No soy bonito?

—Usted es más que bonito, Jin hyung —admite recordando las veces que presumía de su rostro frente a las cámaras.

—Entonces, ¿por qué no vas a tomarme? — Luce muy confundido—. Yo lo deseo mucho, alfa. Es guapo y su aroma es cautivador para mí —deja el cubierto con lentitud y sus ojitos se cristalizan— ¿Es por qué no le agrada mi aroma?

—No, tu aroma no tiene nada que ver.

—No lo entiendo —murmura y baja la mirada con tristeza—. Mis alfas, también, dicen que mi aroma no es el problema, pero…, nunca han querido pasar un celo conmigo.

Jimin parpadea asombrado porque no esperaba llegar a tener esta especie de plática. Así como, no pensó de que su mayor había estado llevando esa carga; encima, lo recriminó porque no pasaba sus celos con los chicos.

—Siempre he sido yo quien ha insistido, pero… —su nariz está roja como sus ojitos por el esfuerzo que está haciendo por no llorar—, al final, no soy un buen omega. Ni siquiera puedo hacer que mis alfas pasen mi celo conmigo…, no puedo satisfacerlos —una lágrima cae—. Lo siento, ya no tengo hambre.

Se pone de pie y cubre su pecho con pena.

—Ya no voy a molestarlo más, alfa —otra lágrima cae—. Lo siento, de verdad. Por todo.

Hace una pequeña reverencia de disculpas y sale corriendo hacia el pasillo para encerrarse en el dormitorio, el cual le asignaron.

Destinados Antes de Nacer El Comienzo © || Libro #0.2|| [BtsxJin] (Omegaverse) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora