-¿Demetrius...? -me llamó Rebecca con voz temblorosa.
-¿Qué pasa? -respondí sin mirarla. Lo único que podía ver ahora era el hueco del techo por donde había salido ella. Por donde se había ido...
-Tenemos un problema...
-¿Cuál? -me giré a verla. Al parecer no todas las dagas habían ido dirigidas hacia mi, ella tenía una daga enterrada en el abdomen y otra en la pierna. Busqué a Derek con la mirada y vi que tenía tres dagas más clavadas, una de ellas justo en su corazón.
Senté a Rebecca en la cama y la dejé allí mientras me ocupaba de Derek, quien estaba tirado en el suelo con sangre en la boca. Saqué la daga de su corazón primero y él gimió de dolor, sin embargo, no tardó en comenzar a curarse. Me encargué de las otras dos dagas y lo ayudé a levantarse para luego ir con Rebecca.
-¿Es tu primera vez? -pregunté.
-¿Qué? -dijo sin entender.
-¿Es la primera vez que te lanzan una daga?
-¡¿Que si es la primera vez?! ¡Pues claro! ¡¿Qué clase de persona eres?! -sonó asombrada.
-Te sorprenderías. -dije encogiéndome de hombros- Esto va a doler.
-A la cuenta de tres...
-Uno. -dije.
-Dos... -le saqué la daga del abdomen y ella gritó- ¡Era en tres!
-Tres. -saqué la de la pierna y volvió a chillar.
-¡¿Estás loco?! ¡No sé ni para qué pregunto si es obvio que sí! -dijo exaltada mientras comenzaba a desangrarse- Ahora llévame a un hospital.
-No haré eso.
Coloqué una mano sobre su abdomen y otra sobre la herida de su pierna, entonces me enfoqué en su piel y comencé a curarla. Al terminar, ella quedó en shock. Me separé de ella mientras aún observaba su piel atónita.
-¿Qué demonios...?
-Pensé que habías deducido que podía hacer eso con toda la información que te dio Vanessa. -dije de brazos cruzados.
-No esperaba esto... -dijo desconcertada.
-Bien, es hora de irnos.
-Espera, -dijo ella- en realidad tenemos dos problemas...
-¿Cuál es el otro? -pregunté asumiendo que el primero habían sido sus heridas.
-La mamá de Vanessa está de visita en la casa, por eso le dije que no estaba sola...
-Demonios... -susurré.
Tomé una hoja de papel y escribí una carta a Zeus y Atenea donde les explicaba todo lo ocurrido y que necesitaba su ayuda lo antes posible para encontrar la cura para Vanessa pero también para proteger a sus padres, ya que si intentó matar a su mejor amiga y a su primo, tal vez sería capaz de asesinar a sus padres sin arrepentimiento alguno. Además, en su casa no había nadie sobrenatural que pudiera ayudarlos, por ello, intenté salir por la ventana y desplegar mis alas, pero no habían nubes, podrían verme. Así que me hechicé de manera que los humanos no pudieran verme.
-No salgan de aquí. Vuelvo enseguida. -le dije a Derek, quien era capaz de verme debido a que era un demonio. Él asintió- Exalhed manré falhé.
Decidí hechizar la casa ya que Rebecca podría querer ayudar cuando en realidad solo estorbaría, así que al encerrarlos, nadie podría entrar ni salir. Además, si Vanessa quisiera atacar de nuevo, no podría hacerlo, mi magia seguía siendo más fuerte que la suya.
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Deidades en Guerra ✔️
FantasíaTERCER LIBRO de la serie #DiosesdeSangre ♤Sinopsis♤ La profecía ha comenzado. Todo lo que temían se ha vuelto realidad... No es momento de dejar que los domine el miedo, pero tampoco es momento de que la esperanza los ciegue. Habrán nuevos retos...