Minutos después el doctor Stephen y una enfermera entran a la habitación, la enfermera se acerca a la máquina mientras anotaba algunas cosas.
- Muy bien señorita Ross me imagino que el señor Davis ya le informó.- Espeta con lástima mientras yo asiento con la cabeza sabiendo a lo que se refería. - Necesitamos que vengas con nosotros para hacerle unos análisis, no nos tomara mucho tiempo.
- Está bien.- Respondo además no es que tenga muchas opciones, en eso la enfermera sale y vuelve a entrar pero está vez con una silla de ruedas, entre ambos me ayudan acomodarme en está, cuando la enfermera toca mí espalda ahogo un grito de dolor estos me miran y cruzan miradas para luego salir de la habitación en silencio.
Condujimos por un largo pasillo, podía sentir las miradas de las personas sobre mí, pero yo no despegaba la vista de mis manos algo coloradas por los hematomas, después de cierto trayecto entramos a una sala con un letrero de "HEMATOLOGÍA" a un lado se encontraba una radioterapia y al otro lado una camilla y un gran escritorio donde se hayaba un doctor detrás de este.
- Así que tú debes ser Julianne. - Asiento.- Me presento yo soy el Doctor Martínez y te haré unos análisis para concluir la etapa en la que se encuentra la enfermedad... Doctor Stephen, enfermera Roberts yo les avisaré cuando hayamos terminado.
Estos sin más asienten y salen de la sala.
El doctor empuja mí silla hacia la camilla dónde me ayuda a sentarme sobre está.
- ¿Haz tenido más hematomas aparte de esos?.- pregunta señalando mis brazos.
- Si, están por toda mí espalda.- respondo sin ganas mientras levanto la bata, este los observa y anota algo en su libreta.
Después de casi una hora de preguntas, exámenes, y más pruebas de sangre terminamos, la enfermera empuja mí silla hasta llegar a la habitación donde se encuentra Dylan sentado en un pequeño sillón.
•Juliana Villamizar.
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"Hasta Que Mi Muerte Nos Separe" [COMPLETA✓]
Kısa Hikaye[COMPLETA]. -Te necesito a mi lado, por favor tienes que ser valiente. - Ruego entre sollozos, me parte el alma verle allí apunto de acabarsele el oxígeno. - Lo siento. - Fue la única palabra que salió de sus pálidos labios. HASTA QUE MI MUERTE NOS...