festín de regalos.

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Kagemori.

- n-no creo que sea necesario, Daisuke.

- no, sube al auto _____________, por favor.

Si le digo que no, no se irá, ya que, ya me acostumbré a estar el 99.9% en su auto, ya que.
Al ser un evento "especial" me puse algo más para la ocasión, pero casual.

- ya vámonos.

Me subí al auto, era un espacioso, algo me dice que saldremos llenos de bolsas...
Tomo un camino diferente que no era el centro si no saliendo de la ciudad.

- ¿a donde vamos?

- no preguntes, mereces lo mejor de lo mejor.

- ¿por eso me tienes que sacar de la ciudad? Bueno ya será tu problema.

¿cuándo nos volvimos más cercanos?
Seguíamos de camino hacia la siguiente ciudad, cielos, este camino lleva a Yokohama, es un poco alejado de la capital, pero yo no soy la que conduce.

- escuche que has estado trabajando mucho con Haru, ¿te has llevado bien con el?

- algo asi.

- ¿"algo así."?

- aún no me acepta.

- Haru le cuesta confiar un poco.

- pero la noche que me quede en su casa, nos conocimos un poco más.

- me alegra.

- y tu temperamento rudo bajo, ¿no crees?

Me paralice.

- ese no es tu problema.

- que adorable.

- llamame adorable una vez más adorable niño rico y te lanzare del auto.

- entonces no me llames niño rico.

- bien.

Aunque esta muy serio, frenaba sus pensamientos para prestarme atención... me pregunto si Daisuke esta... enamorado de mi... ¡es una estupidez! Como demonios le gustaría a alguien como el, soy alguien ruda, es imposible que le guste, sólo lo hace por que, tal vez lo ve como un gesto de buena fe, oh bueno es por que tiene mucho dinero también.

- te vez alterada, ¿todo esta bien?

- ¡sólo sigue mirando el camino!

No se que está pasando entre nosotros dos, nos aprendimos a relacionar y nos volvimos muy cercanos desde entonces en aquel hotel en China, sólo espero que no pase nada mas, sólo me va a llevar a comprar regalos.

Nos tomo nuestro tiempo pero logramos llegar a Yokohama, escuche muchos rumores de este lugar, hay una mafia peligrosa en este lugar y una agencia de detectives peleando contra ellos, una que otra vez les ofrecí mi ayuda para detenerlos, pero decían que no era necesario, bueno ya cada quien.

Daisuke no detuvo el auto y llegamos a una modista.

- es aqui.

- ¿ah?

- bajemos del auto.

Al bajarnos, entramos al enorme lugar, con un vestíbulo inmenso, y dos personas atendiendo el lugar, a la entrada también se veían distintos maniquíes con diferentes modelos de trajes para hombres y mujeres, había un modelo en particular que me llamó la atención.

- Bienvenidos este maravilloso día.

- me gustaría mandar a hacer un par de vestidos a la medida para esta dama.

A lado del detective millonario.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora