incomodidad.

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Kagemori.

Cielos... ¿qué hora es? Todo mi cuerpo pesa mucho, me duele un poco la parte inferior, ¿por qué mi mente está confusa?

Apenas desperté, mire mi alrededor, cierto que pasamos la noche en un hotel, pero eso no es lo que me hiso reaccionar, mire la sabana que tenía encima, era lo único que tenía cubriendome.

  - ¿ya despertaste?

Mire al lado de la ventana, hay estaba Daisuke, tenía una bata puesta, y un habano en la mano derecha, que masculino.

  - por favor no fumes en la habitación, no me gusta el olor del tabaco.

  - lo siento.

Apago el habano en un cenizero, no puso objeción.

  - que sucedió anoche...

  - ¿no lo recuerdas?

  - me apena decirlo, pero me desmaye de placer después de lo que pasó parece.

Me miro y se rió un poco.

  - ¡oye!

  - lo siento, pero debo decir...

Se acerco a mi.

  - me diste algo que ni todo el dinero del mundo puede comprar ______________.

Me sonroje mucho por su comentario, pero lo empuje.

  - ¡no hagas esos comentarios! Mejor preparándonos para volver a la ciudad, Silver se preocupara, y tener que volver a la unidad, no te olvides del trabajo.

  - que más da, arruinaste el momento, y volviste a ser la mujer ruda de antes, ¿qué pasó con esa dulce dama con la que estuve anoche acostandome?

  - lo siento... No importa, me iré a dar un baño.

  - si.

Tome la sabana para cubrirme y entre rápido al baño.

Mientras más me hundia en el agua, mis pensamientos se sumarían tan bien, sumergida en mis pensamientos, ¿qué hice anoche? Me entregue a Daisuke completamente, pero ni con eso estar e con el, no puedo creer que le gustó.

Relajada mi cuerpo en el agua caliente, maldición, no diré la estupidez que se lo debo por todos los regalos que me dio... pero sus palabras... me diste algo que no con todo el dinero del mundo podría comprar... es considerado y atento conmigo, dudo mucho que haya estado en la misma situación sentimental con otras mujeres.

La puerta sonó dos veces.

  - apresurarse, tenemos que irnos.

  - si.

Terminé de asearme, trataba de decidir que ponerme, y esta vez decidí ponerme uno de los trajes que Daisuke me compro ayer.

Al salir el ya estaba listo y me observo.

  - sabía que esos trajes eran a la medida.

  - gracias...

  - vamos.

Tomamos nuestras cosas, y salimos del hotel al auto, no podía tener contacto visual con el, me hace sentir incomoda después de lo que pasó anoche.

  - no es para tanto, por favor mirame, me hace sentir solitario.

  - ¡para ti es facil decirlo! Una mujer lo ve muy diferente desde su punto de vista, es muy diferente que penetres a ser penetrado.

A lado del detective millonario.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora