Capitulo 20 // Aprensión

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Al día siguente las especulaciones acerca de cómo Sirius Black había logrado penetrar en el castillo fueron cada vez más fantásticas; Hannah Abbott, de Hufflepuff, se pasó la mayor parte de la clase de Herbología contando que Black podía transformarse en un arbusto florido.

Nadie se había enterado del incidente con el Oniro aparte de un par de personas. Aún así aquella noche Abril no pudo pegar nuevamente el ojo en toda la noche.

Pero para sorpresa de todos los Gryffindor había un nuevo guardián en la entrada. Habían quitado de la pared el lienzo rasgado de la señora gorda y lo habían reemplazado con el retrato de sir Cadogan y su pequeño y robusto caballo gris.

—¿Sir Cadogan? ¿Es enserio?

—¡Así es, Sir Cadogan! —Respondió desde el pony donde estaba montado —¡Estaré a su servicio!

—¡Oh, no! ¿Cambiará la contraseña ahora? —Neville se quejó preocupado mientras sacaba papel y lápiz para anotar la nueva contraseña.

—¿Me estás retando a un duelo muchacho? ¡Bien! ¡Esa espada en miniatura y de madera no te salvará de la diestra espada de Sir Cadogan!

—Sir Cadogan, no lo están retando, solo es un lápiz —le dijo amablemente Abril tratando de no reírse ante la situación.

—Oh, en ese caso está bien... —segundos después escuchó el murmullo de otros estudiantes y los volvió a retar a un duelo. —¡Venga, desenfunden cobardes!

—Esto será insoportable —Dijo Dean Thomas.

—Está loco de remate —le dijo Seamus Finnigan a Percy, enfadado—. ¿No hay otro disponible?

—Ninguno de los demás retratos quería el trabajo —dijo Percy —Estaban asustados por lo que le ha ocurrido a la señora gorda. Sir Cadogan fue el único lo bastante valiente para ofrecerse voluntario...

—O lo suficientemente loco, lo cual no es malo en absoluto —comentó divertida Abril.

Harry miró unos segundos el cuadro que luchaba en una enfrascada lucha de espada con los gemelos Weasley, segundos después decidió alejarse un poco del grupo a lo cual Percy bloqueó su camino.

—¿Vas a algún lado Harry? —Le preguntó a él —¿O necesitas alguna cosa?

—No, estoy bien —dijo Harry esquivandolo y continuando su camino.

Pero Percy no se rindió y fue detrás de él, Harry extrañado se da la vuelta.

—Voy al baño —dijo esperando que eso lo aleje de él.

—Si, claro. Eso está muy bien. El baño es muy importante. —Y continúo persiguiendolo.

Abril, Hermione y Ron vieron extrañados la escena.

—Rayos, seguramente fue mamá —Soltó Ron —, que le pidió que mantenga vigilado a Harry. Debe estar loca por lo que pasó anoche.

—La verdad... —dijo Abril en un tono decaído, recordando lo de anoche —No la puedo culpar.

Esto no pasó desapercibido por Hermione.

Durante los días que siguieron, en el colegio no se habló de otra cosa que de Sirius Black. En los días siguentes Hermione le sacó con dificultad lo que tenía a Abril tan desanimada cuando recordaba aquella noche.

—¡¿Por qué no me despertaste para que te acompañara?! —le había dicho escandalizada.

Los días siguentes Hermione no se separó de Abril, casi temiendo que algún otro Oniro pudiera volver. Aunque claro, también era cuidada por sus demás amigos, solo que no por el tema del Oniro, sinó de Sirius Black. Se pasaba las tardes con los gemelos tratando de inventar más algunos objetos para bromas como su hechizo para cambiar la voz. Algunas noches visitaba a Luna en el bosque prohibido y hablaban durante horas de creaturas de las cuales Abril jamás había escuchado. Y por las mañanas pasaba tiempo con su hermano, al cual nunca le contó lo sucedido y por una extraña razón siempre se sentía vigilada.

Abril En Hogwarts: El Prisionero de AzkabanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora