Capítulo 9 // Clase de Runas.

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Abril se levantó muy temprano ese día, estaba muy emocionada por sus nuevas materias, una vez duchada, comenzó a vestirse con el uniforme y viendo que aún quedaban un par de horas para el almuerzo comenzó a leer sus nuevos libros.

Media hora después, Hermione se levantó.

—Abril, necesito enseñarte algo  importante —dijo mientras se ponía el uniforme.

Abril cerró su libro de runas y miró a Hermione.

—Espero que no sea algo relacionado con la pubertad.

Ella se sonrojó.

—¡No es nada de eso, tonta! —Hermione se sentó en la cama de Abril, se desabrochó un botón de su camisa y sacó una cadena — Es esto... —enseñó el pequeño aparato que parecía un reloj de arena.

—Imposible... —murmuró Abril atónita —¿De dónde rayos conseguiste un gira tiempo, Hermione?

—La profesora McGonagall me lo dio con el permiso del ministerio de magia, es la única forma de tomar todas las materias optativas y sobrevivir a ellas.

—Uau, Hermione, eso es genial —dijo Abril aún es su estado perplejo, Hermione se guardo el gira tiempo — Pero estoy segura que debería ser un secreto, ¿Por que me lo cuentas?

—Bueno, tu eres mi mejor amiga —dijo con sinceridad —no puedo ocultarte nada, y además, necesito que me cubras en algunas ocasiones.

Abril sonrió.

—Puedes confiar en mí Hermione —soltó enseguida — soy una tumba.

Ambas bajaron a la sala común en donde encontraron a Harry y a Ron, una ves todos juntos se dirigieron a el Gran Salón. Ahí estaba Draco Malfoy con un grupo de Slytherin, aparentemente les contaba algo muy gracioso porque todos reían.

En el momento en que Malfoy vió a Harry, este hizo una imitación del desmayó de Harry, coreando por una carcajada grupal.

—No le hagas caso —le dijo Hermione, que iba detrás de Harry—. Tú, ni el
menor caso. No merece la pena...

Abril vió entre la gente de Slytherin a su prima Miranda Black está le regaló una sonrisa burlona.

—¡Eh, Potter! —gritó Pansy Parkinson, una chica de Slytherin —. ¡Potter! ¡Que vienen los dementores, Potter! ¡Uuuuuuuuuh!

Abril enojada por el trato a su amigo tomó su varita.

—Cierra la boca, Pansy —espetó Abril — o te la cerraré con un hechizo.

Seguidamente pasaron a un lado de ellos, se notaba que Pansy quería arrojarle un maleficio, pero Miranda la calmó.

Abril se sentó junto a George y Harry se dejó caer a unos asientos de distancia.

—Los nuevos horarios de tercero —anunció George, pasándolos—. ¿Qué
te ocurre, Abril? Te ves de mal humor. —dijo mientras la abrazaba.

—Malfoy —contestó Ron, sentándose al lado de Hermione y echó una mirada desafiante a la mesa de Slytherin.

George alzó la vista y vio que en aquel momento Malfoy volvía a repetir su
pantomima.

—Ese imbécil —dijo sin alterarse— no estaba tan gallito ayer por la noche,
cuando los dementores se acercaron a la parte del tren en donde estábamos. ¿Verdad, Fred?

—Casi se moja encima —dijo Fred, mirando con desprecio a Malfoy.

—Yo tampoco estaba muy contento —reconoció George —Son horribles esos dementores... sinceramente no sé cómo tú hermano se las arreglará para controlarlos.

Abril En Hogwarts: El Prisionero de AzkabanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora