Capítulo 3 // "La Charla" y la huida

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Durante los días siguientes reinó la rutina, desayuno, clases de modales, almuerzo, clases de caligrafía, cena, dormir y de nuevo.

Después de una semana de haber llegado a la mansión, Abril despertó una mañana con el toque de unos largos y fríos dedos.

Al quitar las sábanas ella notó que no traía puesta su pijama sinó que tenía una túnica de Hogwarts. Una elfa doméstica estaba a un lado con una cinta métrica en la mano.

—¿Q-que haces? —le preguntó nerviosa Abril.

—Disculpe, señorita Abril, Didy solo sigue órdenes. Didy debe tomar sus medidas para una túnica nueva. Didy tuvo que vestirla así para comparar.

—¿Una túnica nueva?

—La ama mandó a Didy para hacerlo. Dijo que la señorita Abril ha crecido mucho y necesita algo nuevo para usar.

Abril miró hacia abajo y notó que la túnica le quedaba bien, ella supuso que sería parte de los cambios hormonales que menciono su tía unos días atrás.

—Bien, pero dónde está...

La cabeza de la tía Rebeca se asomó por la puerta, como ya se había hecho costumbre.

—Didy, termina rápido con eso, necesito que sigas con Miranda —dijo sorprendiendo a todos dentro del cuarto.

—Si, ama.

La pobre elfina dió un pequeño salto por el susto y comenzó a medir como loca el cuerpo de Abril, de izquierda a derecha, de arriba a abajo e inclusive tomó las medidas de los pies.

—Tía, no es necesario de qué me mandes a hacer una túnica nueva, esta me queda bien —dijo mientras Didy tomaba las últimas medidas.

—Es completamente necesario, Abril, las señoritas de tu edad crecen muy rápido y tu vieja túnica ya te empezaba a quedar justa.

Abril notó que su tía se vestía aún más elegante de lo normal.

—Tía ¿Va a algún lugar?

—Iré al Callejón Diagon después de desayunar, sus cartas ya llegaron y me encargaré personalmente de comprar todo. Por eso le encargué a Didy tomar tus medidas para comprarte unas túnicas con Madame Malkin. Ahora debo revisar tu baúl y buscar un buen conjunto de ropa...

—Tía, no creó que sea necesario tantas cosas.

Didy acabó de medir a Abril y desapareció del cuarto, dejando a Abril sola con su tía.

—¡Tonterías señorita! Ahora bajemos a desayunar.

La tía Rebeca salió del cuarto dejandola sola y Abril se quedó unos minutos más para cambiarse la ropa. Cuando un ajetreo le llamó la atención. Una lechuza parda peleaba con Venus en el perchero. Abril la reconoció de inmediato, era de Cédric, ella inmediatamente fue por la lechuza y le quitó la carta de la pata, la tomó en manos y la soltó afuera, sin una constelación como siempre.

Abril no se tomó la libertad de leerla y la votó dentro de su baúl. Esa carta la había puesto de mal humor.

¿Hasta cuándo de quedará claro que no le contestaré?

Ella se terminó de vestir y bajó las grandes escaleras para llegar a almorzar, pero en el comedor, tía Rebeca miraba el periódico con preocupación.

—¿Mis primas no bajarán a desayunar?

Su tía no le prestó atención.

—¿Algo anda mal? —preguntó un poco más fuerte.

Abril En Hogwarts: El Prisionero de AzkabanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora