Malos tiempos y discusiones familiares .

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POV:•Lia •19.

Lo vi marcharse con la que de seguro era otra de sus amigas de turno y seguí con mi trabajo. Sabía que haberme dejado llevar como estúpida no era buena idea, pero no pude hacer nada, al estar cerca de él mi mente no pensaba claramente y cometía las idioteces más grandes. Estaba dispuesta a aceptarlo, me gustaba Dominick, de alguna manera extraña pero me gustaba, no podía hacer nada con eso, pero sí seguir manteniendo la distancian que me había costado tanto desde que lo conozco.

Si de algo estaba segura era que no quería caer en sus juegos, siempre fui una persona fuerte y decidida, pero últimamente mi cuerpo no estaba en sintonía con mi cabeza y eso era bastante frustrante, yo sé a lo que me atengo y prefiero dejar esto aquí por la paz antes de que pase algo peor que.

¿Sus besos ?

¡Sí, sus magníficos besos! Antes de que suceda algo peor que eso.

Es su forma bastante eficaz para mantenerme callada.

«A ti y a todas»

Por supuesto, que no se me ocurriera pensar que era la única. El enojo vibraba en mi cuerpo al verlo con esa mujer. Una mujer que por cierto era perfecta; con facciones delicadas y refinadas, toda una top model  si quisiera serlo, ellos dos se entendían, era lógico que un hombre como él no tuviera ojos para una sola mujer, sino para todas y ni siquiera sabía por qué me sorprendía.

Terminé las ordenes y me dirigí a la parte trasera del restaurante para tomar mi desayuno, Massimo me había traído algo de comer y en estos últimos días era bastante atento para conmigo, estaba todo el tiempo a mi lado, me llamaba y muchas veces llegamos a salir con Chiara para que se conocieran, todavía no sabía el motivo de su llegada y parecería que se quedaría, no me molestaba en lo absoluto, pero aveces tenía que escabullirme de él, era  un poco intenso.

Me dispuse a comer sin ánimo alguno, los planes que tenía no estaban saliendo del todo como deberían, se suponía que cuando llegara aquí todo sería concentración máxima y, aunque no me puedo quejar de cómo me está yendo en el restaurante y las cosas que he aprendido; esta él que es como una piedra en el zapato que no me deja avanzar, porque aunque ya lo hubiera aceptado eso jamás saldría de mi boca, no le daría ese poder sobre mí, ni a él ni nadie, pero eso no quitaba que estuviera bastante confundida y con algo de culpa por Dante.

Ya había pasado tiempo de su declaración y de  haber quedado como amigos, pero no quiero ni imaginar que diría si supiera que de cierta forma me gusta su hermano, yo no quiero hacerle daño, y por esa misma razón es que debo alejarme de Dominick D' Angelo. Giré mi cabeza la ver una copia, pero  femenina de él, Dila se sentó a mi lado con una sonrisa de oreja a oreja.

— ¿Pensando?

— Creo que sí.

— Bueno, cambia esa cara. Papá ha organizado una cena esta noche, Chiara y tú están invitadas.— dice mordiendo del sándwich que me ha quitado.

— ¿Y eso por qué?

— Quiere que asistan, estaremos la familia y ustedes,  ya sabes que papá las quiere mucho y todos estuvimos de acuerdo, supongo.

— ¿Supones?— cuestiono de forma acusatoria.

— Bueno, todos menos mi madre.

— Claro, era muy bueno para ser verdad.

— Sí, pero no te preocupes, todo está resuelto, de lo demás Dominick se encargará.— dice y miro hacia otro lado.— Lia.

— ¿Sí?

Señor obediencia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora