Propuestas.

7K 451 35
                                    

POV: •Lia• 25

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


POV: •Lia• 25.

Me levanté mirando la hora en el reloj de mesa, aún estaba temprano, miré por la ventana y hacia un poco de frío así que tomé mis pantuflas y salí al living de mi nueva casa . Me siento con una taza de café mientras disfruto de la comodidad del nuevo sofa el cual Chiara y yo habíamos elegido .

Hace unas semanas nos habíamos trasladado por fin después de la larga mudanza y algunos asuntos más , ya estaba todo listo y por esa misma razón hoy traería a mi picola para acá a pasar la tarde conmigo ya que se había tenia prometido .

Por otro lado según Chiara las cosas iban muy bien entre ella y Dante tanto así que ya hasta salían para pasarla bien y yo estaba muy feliz de ello, él y yo habíamos pasado algunas palabras, habíamos empanzado a hablar por buenas razones .

Voy al baño y me aseo no sin antes preparar algo ligero para llevar y levantar a Chiara para salir , Cuando ya estamos listas nos dirigimos al restaurante y al llegar vemos todo cerrado, miro el reloj y son las siete e incluso hay personas a fuera esperando a que abran , Chiara y yo nos miramos confusas  justo cuando Dante hace su aparición . Abre el restaurante y el personal junto a algunos clientes habituales a estas horas ingresan .

— Oye ¿Qué le habrá pasado al señor D' Angelo? Se supone que a estas horas el debe abrir el restaurante .— pregunta Chiara preparando algunos postres para empezar el día .

— No lo sé .

— Bueno dicen que está más distraído de lo usual y que se le ve más enojado que siempre  .— comenta Carlos acercándose a nosotras .

— ¿De qué hablas?.

— Eso es lo que dice Estela, está enfurecido y al mínimo error te despide además hace algunas semanas despidió algunas meseras y mira hoy ni siquiera se presentó, eso está muy raro .

Mi ceño se frunce y mi mente viaja a estas últimas semanas, es verdad , no se le ve mucho ni siquiera viene hacer su inspección semanal , no se había acercado a mi en estas semanas no desde la última vez que estuve a punto de flaquear en sus brazos . Suspiro recordando aquel día, había salido tan enojada y verlo no me ayudo mucho pero aún así tuvo el descaro de pedirme que estuviera con el otra noche, algo que no pasaría .

— Lia ... ¡Lia!.— chasquea los dedos frente a mi me obligo a salir del el trance y mirar donde ella lo hacía .

Entró con cara de pocos amigos y ni siquiera me miró , siguió su camino hasta arriba y desde aquí se escuchó perfectamente cuando la puerta fue azotada con fuerza haciendo que todos diéramos un salto .

— Si así no está enojado no quiero ni imaginarme .— dice Chiara y nos ponemos a trabajar .

Horas después estaba en mi descanso, tiempo que tomaría para perfeccionar mi nuevo plato.

Señor obediencia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora