Señor obediencia.

Cosas inesperadas y falsas intenciones .

POV : •Lia• 23.

Miré todo el lugar ya decorado y ambientado sin los muebles y los utensilios, todavía me hacía falta mudar algunas cosas, hace algunas semanas habíamos rentado un apartamento que estaba cerca del restaurante, había sido a un precio accesible y lo mejor de todo es que era acogedor, Chiara y yo habíamos ido con mi tía a comparar algunas cosas necesarias pero estaban en casa y debíamos trasladarlas .

Tomo mi teléfono y veo algunas mensajes de Dante , aunque no estuviéramos hablando seguía siendo atento conmigo pero manteniendo su distancia, por otro lado veía muy feliz a Chiara porque en sus "juntas" para ayudarlo en algunas cosas le iban muy bien y ya sabía por donde iba el asunto .

Me levanto del suelo y tapo las latas de pinturas sobrantes, me dirijo a las habitaciones de arriba en busca de Chiara .

— Ya terminé abajo .— digo entrando a la que será su habitación .

— Bien pues yo aquí también .— dice y miro mi reloj .

— Mejor nos vamos que Gabriella debe haber preparado la cena y es mejor no hacerla esperar ya sabes como se pone .

— Sí .

Recogimos todo y tomamos un taxi a casa, al llegar ya estaba lista la cena , fui a mi habitación y me aseé quedándome unos minutos bajo el grifo del agua y a mi mente llegaron esos pensamientos que he luchado tanto por alejar, es como si esa noche me hubiera marcado y desde ese día cuando estoy sola es imposible sacarlo de mi mente, está ahí cuando duermo, cuando camino por las calles, hasta cuando me ducho y todo desde esa estúpida noche en la que casi muero en sus brazos .

Y sí morí...

Pero de placer ...

Un placer que jamás había sentido y que me tenía consternada y con ganas de más .

Pero era algo que no podía ser, me negaba a hacerle saber que esa noche me gustó más de lo que debería admitir .

Ya ni si quiera me cruzaba con él parece que por fin le había quedado claro que no se acercara a mi y era por mi propio bien, porque no podía asegurar nada si lo tenía cerca . Cada vez que tenía que verlo trataba de ignorarlo lo mejor posible pero cuando él no veía mis ojos traicioneros se iban hacia donde estaba para verlo aunque sea desde lejos, me negaba aceptar que me pasaba otra cosa con él  y tampoco quería averiguarlo .

Salgo de la ducha y me coloco algo cómodo para bajar cenar .

— ¿Qué les pareció el nuevo departamento?— pregunta mi padre .

— Está muy hermoso y cabemos perfectamente .— contesto .

— Es cierto, ya en pocos días podremos mudarnos sin problema alguno .

— Y espero que nos inviten porque somos su familia, no se vayan a olvidar de nosotros .— dice mi tía y todos reímos .

— Como crees , claro que son bienvenidos .— digo y ella sonríe, el móvil de Chiara empieza a sonar y se disculpa para contestar .

— Perdón, es mi mamá, ya vengo .— mi sonrisa se borra y mi semblante cambia al mirarla irse .

— Hija ,¿Qué pasa? De un momento a otro te pusiste triste .— pregunta mi padre mientras remuevo la comida sin ánimos de comer .

— Nada, es solo que ... Sé que no tengo madre o bueno sí la tengo pero no quiere saber de mí,  solo me pregunto ¿Por qué? ¿Por qué me odia? Sí yo no le hice nada, se supone que las madres hacen todo por sus hijos y ella solo se fue cuando yo siempre la he necesitado.