Señor obediencia.

Nuevas oportunidades.

POV :•Dominick •27 .

Me miro al espejo y sonrío de verdad, hace mucho tiempo que no andaba con la cara estirada por causa de algo que me hiciera feliz . Bajo a la cocina y veo a Alda esperarme con un plato en sus manos .

— ¿Me dirás por qué tu humor pesimista ha cambiado tan radicalmente después de haber estado enojado con todos la semana completa?.— pregunta frente a mí.

— Siento que estoy haciendo lo correcto .— respondo simple .

— Espero que eso correcto tenga que ver con esa chica .— dice pícara y sonrío cómplice .

Tomo el desayuno y me despido de Alda, busco mi auto para dirigirme  a su departamento, no habíamos hablado desde esa última noche donde le pedí una oportunidad y era muy consciente de lo que le había pedido , estaba ebrio sí , pero no estúpido y todo lo que dije esa noche lo tenía bien atorado.

Sabía que quería esto y también sabía que aunque yo no era hombre de pedir oportunidades también sabía que con Lia todas mis supersticiones se iban a la mierda , después de haber creído que me dejaría y se iría con Napoli no hizo falta más semanas para terminar como estúpido ante ella hasta tal punto de rogarle que nos diéramos una oportunidad para saber que pasaba entre nosotros, yo necesitaba saber que era eso que sentía cuando la tenía cerca pero para eso me costaba tenerla conmigo y hasta ahora la idea no me desgarbada para nada .

Me detengo frente su apartamento y toco la bocina , la veo mirar por la ventana y bajar rápidamente hasta llegar a mi encuentro, se sube al auto y su mirada cae en mí, sonrío y sus mejillas se tornan rojas, aparta la mirada al instante y mira hacia otro lado nerviosa .

Bien, si fuera por mi ya la hubiera besado pero quiero que esto salga bien por ende no puedo apresurarme .

— Buenos días .— dice aún con la vista en la ventanilla.

— Bueno días .— respondo y pongo el auto en marcha .— ¿Dirás algo más o te quedarás mirando la calle el camino completo? .— pregunto mirando hacia ella .

— Ya le dije buenos días ...— ruedo los ojos .

— ¿Y eso es lo único que dirás?— cuestiono con el ceño fruncido .

— No sé que quiere que le diga .

— Cuando me llamaste y me dijiste que te buscara esta mañana no imaginé que fuera para decirme nada o... ¿Querías verme?.— pregunto para molestarla un poco y al parecer mi truco funciona porque me mira avergonzada.

— No, bueno sí pero no verlo, lo llamé porque tenemos que hablar de lo que pasó la otra noche .

— Estoy de acuerdo, pero antes que digas algo como que estaba borracho o que no sabía que hacía te diré que todo lo que dije e hice esa noche fue real y todavía sigo pesando lo mismo .— nos detenemos en un semáforo .

— No ha pensado en que dirán los demás, su hermana, su padre o siquiera ...

— Mi hermano .— termino por ella .

— Sí...

— Te haré una pregunta .— intento buscar las palabras correctas .— tú y mi hermano ... — mierda me cuesta decir esto .— mi hermano te gusta o...

— Si su pregunta es que si siento algo por su hermano, la respuesta es no señor D' Angelo — dice con el ceño fruncido .

El resto del camino no dice nada más y al llegar al restaurante baja rápido del auto, respiro frustrado porque todo con esta mujer es difícil, bajo también  para alcanzarla y tomarla del brazo, la llevo  a mi oficina y cierro la puerta con seguro .