POV :•Dominick• 20 .Sus mejillas se tiñen de rojo y no puedo evitar ver que es un tanto más pequeña que yo , parece todo un ángel mirándome desde esa posición , la hago pasar al comedor y se sienta a mi lado . Cuando la seguí hasta el orfanato no planeé nada de esto , la había visto salir tarde y quería saber a donde iba , la esperé un buen rato a que saliera y cuando lo hizo no pude evitar no retenerla tomando de excusa el tiempo que había .
Tenerla aquí en mi casa compartiendo en mi mesa , no me disgustaba para nada , ni siquiera lo pensé antes de traerla, sabía de alguna manera que debía traerla a mi casa pero ahora teniéndola junto a mi cenando como cualquier personas normales y sin discusiones de por medio me hacia sentir extrañamente bien . La miro comer tranquila con su vista fija en el plato, sus labios estaban algo rosados por el tiempo y ni hablar de su piel, si antes me había parecido más blanca que la porcelana ahora el tono rojo le acompañaba, trago grueso, haber visto sus pezones erguidos por el frío no me ayudaron para nada, no me hubiera imaginado que no usara sostén .
— Señor D' Angelo .— me llama, salgo de mis pensamientos y la miro .
— ¿Sí?.
— Le preguntaba por qué tenía esta mesa tan grande, aquí cabe una familia completa ¿No es un poco extremista? .— cuestiona .
— Todo lo que tengo suele ser extremista .— contesto sin más .— además siempre tengo lo mejor .— agrego mirándola esta vez .
— Igual creo que es bastante para usted solo. ¿Nadie había estado aquí antes? .— sigue con su interrogatorio .
Es bastante curiosa .
— No .— respondo.
— ¿No le gusta? .
— No, como tampoco me gusta que me cuestionen tanto .— la miro y baja su cabeza apenada, suspiro .
¿Por qué con ella todo tiene que ser tan difícil?
— Lo siento no fue mi intención incomodarlo solo quería encontrar tema de conversación .
— Esta bien Lia , no pasa nada .— aseguro pero ya el ambiente había tomado otro rumbo . Terminamos de comer y de inmediato una de las mujeres de servicio trae el postre que Alda suele preparar para mí , era uno solo y esta vez le daría el poder de probarlo .
Lo coloca frente a ella quien lo ve fascinada , toma la cucharita pero antes de llevar el contenido a su boca me mira expectante .
— ¿Usted no comerá? — cuestiona con pena, hoy no parece ser la chica respondona que me desafía siempre, esta un poco cohibida y creo saber el porqué .
— No, es todo tuyo .— asiente y procede su camino con la cucharita llevándola a su boca y degustando el postre, se ve que lo disfruta bastante y me atrevo a decir que le ha encantado.
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Señor obediencia.
Romance"Vio dentro de mi alma y me hizo cambiar quién era" *** Para Dominick D' Ángelo la vida consistía en tres simples palabras. Respeto, poder y mujeres. Eran estos tres pilares fundamentales los qu...