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Estaban más que seguro que estaban en problemas. Serios problemas.

El regaño no fue severo como en el Infierno, pero tampoco se habían salvado. Sus padres habían entrado al jardín más aterrados que una estampida de animales, y lo primero que hicieron fueron abrazar fuertemente a sus hijos.

Bueno, sólo Azirafel y Gabriel. Miguel y Uriel veían a su hijo más serio de lo que él mismo pensaba. Diosa y Sandalfon estaban siendo testigos de lo que parecía ser sermones parentales, en distintas formas.

— ¡Casi me das un ataque, Ayleen! No vuelvas hacer eso, por favor— le decía Azirafel muy preocupado mientras sostenía a su hija de sus hombros.

—No quería asustarte, papá. Perdón— se disculpó la híbrida.

— ¡¿Se puede saber por qué estabas ahí arriba?! —regañó Gabriel a Darren, mientras éste sólo mantenía la cabeza agachada.

—Lo siento, papá. No lo haré de nuevo— respondió arrepentido el chico.

—Estás en serios problemas, Lucius— dije molesta Miguel, mientras fulminaba con la mirada a su hijo, quien no respondía luego de que éste les hubiera dicho que fue su idea.

De pronto, la Diosa interrumpe los sermones.

—Bueno, por lo menos nadie salió herido. —habló, mientras se acercaba a los niños y se ponía a la altura de ellos— Fue muy peligroso haberse subido a ésa estatua, sin embargo, fueron muy bondadosos y valientes al haber ayudado a ésa paloma en peligro. Como bien dicen, "la intención es lo que cuenta".

Sonrío frente a los niños, y sin más, se marchó del jardín junto a Sandalfon.

—Bueno, creo que es hora de irse— dice Lucius, algo apenado.

—No te preocupes, iremos más seguido— respondió Ayleen, colocando su mano en su hombro. Darren sólo pudo sonreírle.

Sin más preámbulos, ambos híbridos se fueron con sus padres del Cielo.

[•••]

Luego de vivir lo que acaba de vivir, Athatriel tendría que pensar dos veces antes de idear un plan. Dos lecciones ya aprendidas, para él era más que suficiente para poder tener más cuidado la próxima vez. Y justamente tenía unas duda en su cabeza.

"¿Quienes son esos dos niños? ¿Y por qué la Diosa los cuida?"

Ya tenía sus poderes que la Todopoderosa le había quitado, ahora tenia que resolver esa incógnita en su mente. Tendría que seguir investigando más sobre esos niños, mucho más.

Y una vez que tenía la investigación suficiente, podría conocerlos en persona para darles las gracias por salvarlo. Era probable que la Diosa no estuviera de acuerdo e hiciera todo lo posible por impedir que se les acercara.

Aterrizó en la sombra de un árbol, para después tomar su forma humana y descansar.

—No sé quienes son ustedes, pero lo averiguaré. —suspiró con una sonrisa, y miró al cielo— Y ustedes no saben quién soy, pero me van a conocer.

Dio un paso al frente, e hizo una fuerte brisa. Lo suficiente como para que pudiera ir al cielo donde se encontraba la Diosa. Esperaba que ella entendiera el mensaje y no lo malinterpretara.

Se volvió a transformar en paloma, prendió vuelo y abatió sus alas para que pudiera despegar.

Su investigación ya estaba en marcha.

[•••]

Diosa sintió la brisa golpear su rostro de manera suave. Su expresión no tenía explicación.

ÉL volvería. Ya había recuperado lo que le quitó, y volvería para revelar la verdad. Una verdad que ni ella misma quería saber. Satanás tenía que estar listo por si las dudas.

—Sandalfon, quiero que mañana vayas a reunirte con Dagon. Necesito que le des un mensaje para Lucifer. Deben estar en alerta.

—Entendido, mi señora— respondió el arcángel.

Dijo el mensaje, lo cual sorprendió al arcángel, que sin rechistar fue a entregarlo. Diosa no estaba muy asustada, pero no podía estar tranquila.

Esperaba que ése problema no involucrara a los pequeños híbridos, o se vería obligada a tomar medidas drásticas para su protección.

Creía haberlo dejado en el olvido hace mucho tiempo; sin embargo, desgraciadamente había vuelto para corregir o arreglar las cosas.

Esperaba que no fuera demasiado tarde para pedirle disculpas a él.

😈😇The Little Hybrid😇😈 Good OmensDonde viven las historias. Descúbrelo ahora