😈•EPÍLOGO•😇

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Los años van pasando, pero las risas y alegrías no se van olvidando.

La Tierra, el Cielo y el Infierno eran normales. No habían planes de preparar ningún Apocalipsis, afortunadamente.

La Todopoderosa ya estaba más que tranquila. Luego de remediar las cosas con Athatriel, ella se sentía más aliviada de saber que ya no habría rencores de antaño. No se esperaba que él la siguiese tratando como su señora, a pesar de haberle dado "libertad". Estaba orgullosa de saber que él seguía siendo parte, tanto de su bando como el de Satanás.

Satanás, a pesar de no haber tenido problemas pasados con Athatriel, estaba más que alegre de saber que también tenía a él en su bando. Su relación amistosa era buena, tanto que ahora le pedía consejos de citas para su relación con el mesero que le había pasado su número.

Por consejos de la Todopoderosa, Miguel y Uriel decidieron enviar a Lucius a la escuela de los híbridos, para que su capacidad social mejorara un poco. Dudaban un poco debido al temor de que su hijo se juntara con malas compañías, pero al saber que los híbridos estarían con él, se sintieron aliviadas.

Con los Duques Infernales, Hastur y Ligur, era lo contrario. Aceptaron algo dudosos, debido a el temor de lo que pudiese hacer su hija, pero se sintieron seguros no sólo porque los híbridos estarían con ella, sino que Hanna había comenzado a mejorar su comportamiento. Sólo rogaban por que su hija no se metiera en problemas en la escuela.

Los Jinetes del Apocalipsis se sorprendieron al notar que la Diosa les había pedido que fueran a recoger no dos, sino cuarto niños. La sorpresa fue mayor cuando vieron que eran los híbridos y dos niños más. Para buena suerte de la Todopoderosa y Satanás, Hanna y Lucius lograron llevarse bien con los jinetes. En especial, con Guerra y Polución.

Ni a las Arcángeles, ni a los Duques les agradó del todo la idea.

Dagon y Sandalfon siguieron viéndose como amigos y reuniéndose, no sólo por órdenes de sus superiores.  Les alegraba saber que la noticia de Athatriel no haya traído los problemas que traían en mente.

Por último, pero no menos importante. Los inefables.

Su vieja riña había quedado atrás, gracias a sus hijos. Beelz y Crowley, aunque no lo admitieran, les agradaba mucho que sus hijo fueran mejores amigos. Ocultaban sus amenazas muy bien, ya que no querían que la broma de Satanás fuera a ser real; sin embargo, ellos no tenían la capacidad de manipular el tiempo. No obstante, estaban ambos en buenos términos, al igual que sus parejas angelicales. Gabriel y Azirafel, quienes no sabían de la broma que el Rey del infierno había dicho, tenían ese sueño fantasioso de que ambos se volvieran consuegros.

En cuanto a los niños, su amistad era cada vez más fuerte. Junto a Hanna y Lucius, sus días en la escuela eran más divertidos y tranquilos. Tenían una buena relación con los jinetes Muerte y Hambre, quienes estaban agradecidos de haberlos conocido.

En fin, esta historia hermosamente inefable termina aquí.


O... ¿talvez no?


😈😇The Little Hybrid😇😈 Good OmensDonde viven las historias. Descúbrelo ahora