Entre sueños, Taehyung podía sentir aún a sus huesos siendo consumidos por el frío, podía sentir cada gota de sus sangre siendo congelada y aquel abrasador dolor en el pecho que pronto le consumiría.
Quería abrir sus ojos, quería ver en dónde estaba y si era una ilusión o realmente Jeon le había encontrado.
Sus sentidos comenzaron a funcionar de nuevo poco a poco.En donde sea que se encontraba había un sonido constante viniendo de un costado de su aposento, podía sentir una ligera tela sobre su frío cuerpo y una especie de pinza presionando su dedo medio en la diestra, no podía abrir sus ojos aún, pero alcanzaba a vislumbrar un tenue telón de luz a su alrededor.
Pasaron minutos, quizás horas, pero Taehyung no fue consiente de ello hasta que lentamente sus ojitos parecían cooperar con sus demandas.
La habitación era blanca y de tamaño promedio: hospital.
La máquina del pitido marcaba su nivel de oxigenación y los latidos de su débil corazón, tenía un suero incrustado en el dorso de la mano y la camilla en la que reposaba no era del todo dura.
Miró a su alrededor en busca de algo... alguien, pero no estaba.
No había nadie más dentro de esa habitación plana más que su deplorable presencia y el horrible frío del ambiente, el olor picante de desinfectante y aquella atmósfera incomoda que siempre había en un hospital.
Podía sentir a su lobo me dió atolondrado y, pronto el temor le consumió. Él sabía que las bajas temperaturas le hacían más daño que de costumbre porque su sistema inmunológico no era muy fuerte, aún así, escogió ponerse en peligro con tal de olvidar estupideces. De verdad era patético.
Las lágrimas picaron en las esquinas de sus ojitos hinchados.
Quería llorar por ser tan cruel consigo mismo y también por aquel sentimiento de pérdida que no se le iba, quería berrear y a su vez deseaba ir a cachetear el bello rostro cincelado de Jungkook.Se sentía tan solo en aquella habitación, tan helado y abandonado que lejos de alejar las ganas de llorar solamente tenía ganas de fundirse en el sentimiento de dolor.
Taehyung sabía que a veces podía significar muy poco para algunos, pero se había prometido algo y si él no comenzaba a apreciarse a sí mismo, entonces nadie jamás le tomaría en serio.
Con ello en mente y las palmas deseosas de abofetear, irguió su cuerpo débil como pudo, olvidó el entumecimiento de sus piernas y ladeó su torso para quedar a la orilla de la camilla. Lo consiguió.
Ignoró todo dolor punzante en su ser y sacó de su lugar el pulsioxímetro, consiguiendo que en la máquina se detuviera el pulso y el oxígeno marcado y, a su vez, provocó que una luz roja parpadeara. No le importó.
Después arrancó de una el catéter de su pálida mano e ignorando la sangre que brotaba por el brusco movimiento, de un brinco bajo de la camilla totalmente.
La bata punteada que llevaba no le cubría del frío, tampoco era muy cómoda y podía sentir el aire colarse por toda su retaguardia.La bata estaba abierta totalmente de atrás para mejor acceso al cuerpo del paciente y de esa manera asegurar un chequeo más eficiente, así que Taehyung tembló cuando se dió cuenta que su ropa estaba del todo fuera de él.
Buscó y buscó por toda la habitación hasta dar con una puerta semi abierta que lo dirigió a un baño. Sonrió en grande cuando encontró su ropa doblada sobre el lavamanos.Ni lento ni perezoso comenzó por quitarse la bata del hospital, cubrió su cuerpo con su playera y chamarra; suspiró cuando el calor comenzó a invadirlo, después le siguió la ropa interior y los jeans, por último, los tennis.

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Mi perfecto Omega
Diversos-¿Y por qué yo? -¿Y por qué no? -Pues míreme, no creo alcanzar la expectativa de un esposo Omega ejemplar... -Eres lo más bello que he visto en mis jodidos siglos de vida, lo más hermoso y lo más perfecto. -... -Mírame Omega. Eres perfecto y aunqu...