Mi perfecto Omega

Seis

Ahora mismo Taehyung se encontraba sentado en la cama King size que Jungkook le había ofrecido a petición del mismo Taehyung, quien aún pensaba en la situación en la que se había encontrado hace apenas unos minutos.

* Flashback *

—Entonces, ya que sé el nombre de mi luna y que mi luna parece contenta, ¿Cuándo quieres que vayamos a recoger tus cosas, cariño?

—¡¿Cómo?! —le gritó "la luna" —y-yo no... No pienso vivir conti...con usted —y ahí estaba otra vez el inseguro y desconfiado Taehyung.

—¿Te refieres a la negación de tu parte por vivir con tu alfa? —y ahí de nuevo el confundido Jungkook.

¿Cómo iba a vivir con alguien que apenas conocía? Ya bastante hacía con estar en su casa el primer día de haberlo visto como para que ahora pensara en vivir a su lado, además, ¿Qué era todo eso? ¿A caso el alfa bonito pensaba en él como su Omega? ¿Es que no se había visto en el espejo como para saber que merecía más?

Definitivamente, Taehyung no quería estar ahí y era obvio que después de un tiempo el agraciado alfa tampoco lo querría.
La tristeza se plantó insistente en su pecho y sintió a su lobito bajar las orejas: sumiso y deprimido por los pensamientos tan desagradables.

—...no... —por fin contestó Kim —no me voy a quedar, por favor regréseme a mi casa y o-olvídese de...esto.

Involuntariamente su voz se cortó, bajó la cabeza permitiendo que el largo fleco escondiera sus orbes miel y empezó a jugar con sus manitas, desesperado por una salida para evitar llorar.

—¿Estás seguro? —Jeon seguía sentado en la cama, buscándole la mirada al omega que estaba ahora parado enfrente de él.
Si bien, sus palabras lo habían lastimado un poco y su alfa estaba serio dentro de él, como inspeccionando la situación.

Jeon sabía que traer a un omega a su casa así de la nada sería problemático, pero también había asumido que como predestinados, su omega quisiera quedarse con él, ¿Por qué Taehyung insistía en apartarse? ¿Por qué seguía a la defensiva?

El alfa se levantó de su lugar en la cama y sus puños se cerraron de impotencia cuando al mismo tiempo el omega brincó en su lugar, temiéndole, como si no estuviera seguro con él.

—Mírame...

—...

—Omega, mírame. —y como Kim no atendió una segunda vez, la cólera de no ser respetado en su posición dominante le atacó. —Mírame y dime que no te quieres quedar aquí... conmigo.

Taehyung tembló en su lugar cuando la voz del alfa frente a él salió mayormente ronca que antes. Su omega interior se retorció por el pensamiento de haber sido un mal predestinado y haber lastimado a su alfa y, a su vez, Tae se estremeció por el mismo pensamiento.

La mano de Jeon viajó a la mandíbula de Kim y lo obligó a levantar la cara, clavando sus orbes negruzcos sobre los titilantes mieles del omega.
Él, se removió incómodo por la cercanía y sin pensarlo se alejó, temiendo que su mente le jugara una mala pasada y no fuera Jeon quien estuviera parado frente a él... Sino su padre.

—¡Aléjate! —las lágrimas se deslizaban por sus mejillas y sus manos se robaron frente a él en un intento por mantener la distancia entre ambos cuerpos.

—Omega~

—¡No! N-no y-yo no, no estoy haciendo nada malo, y-yo... —su labio inferior apresado entre sus dientes y su rostro enrojecido por aguantar los jadeos de dolor.

—¡Taehyung! —gritó Jeon cuando este mismo se desplomó en el suelo y se arrastró hasta la esquina de la alcoba, escondió su cara entre sus piernas y sollozaba en su pequeña burbuja corporal.