Dos

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Si me hubieran dicho esta mañana que me encontraría justo aquí, ahora, me hubiera reído de la semejante locura que hubiera sonado. Lástima, lo que daría porque fuera una broma.

Y dirán ¿Es qué no te emociona conocer a tu alma gemela? ¿Es que no estás feliz? Pues yo respondo NO, no estoy ni feliz ni emocionado, si no más bien: angustiado.
¿Qué sucederá cuando se de cuenta del Omega que le tocó? Seguro ha de esperar un Omega hermoso con cuerpo de escultura griega y cara de eminencia, seguro espera un Omega alegre y extrovertido o uno interesante e inteligente ¿Yo? ¿Qué será de mi cuando me desprecie? La sola idea hace que mi corazón palpite dolorosamente.

Me parte el alma temerle a mi alfa pero me parte aún más el corazón sentirme así de... Así.
Tan mal por no ser suficiente para él, por no estar al nivel de su belleza ni de su porte ¿No se suponía que elegiría un Omega perfecto? ¿Entonces porque soy yo? Pudo haber sido Jimin, ese si es una hermosura, o quizás un beta como Hobi-hyung, él es súper feliz.

En cambio yo, yo soy introvertido y tímido, no tengo un cuerpo espectacular y mi belleza no es lo máximo, no soy inteligente y tampoco soy muy interesante, no tengo las mejores habilidades ni soy una maravilla y tampoco soy de esos omegas que son rebeldes y cero sumisos, al contrario, a mí me gusta mi naturaleza omega y también me gusta ser sumiso, solo soy yo. Solo Kim Taehuyng.

—¡El que sigue! —los nervios me invaden al notar que solo faltan tres personas y me presiono más para ocultar mi aroma.

Mi mirada viaja desesperada a Jimin, quien está siendo revisado ahora mismo.

—Hueles a mi Omega... —su voz es un susurro pero lo escucho claramente
—¿Lo conoces?

—... —Jimin permanece en silencio.

—Te estoy hablando Omega, ¿Lo conoces? —la voz del hombre sale desesperada pero le habla suavemente, sin embargo, mi amigo no dice nada—¡Habla! —da un respingo en su lugar y yo también, encogido por el miedo de mi lobo al escuchar el enojo en la voz del alfa y temer por una reprimenda cuando nos encuentre.

—S-señor...yo... —la voz de mi amigo se quiebra y no puedo creer que estoy pasmado en lugar de ir a ayudarle.

—¿Qué? ¡¿Dónde está?! —mi lobo se encoge aún más y mi cólera aumenta al ver cómo amenaza con elevar su voluntad sobre mi amigo, podré ser un débil Omega pero no permitiré que dañe a mi mejor amigo.

Hay una pelea interna entre mi lobo y yo, entre quedarme quieto y sumiso o ir a ayudar, lo que a su vez implica ser encontrado.

*¿Qué hacemos?*

*Debemos ser sumisos, así nuestro alfa estará satisfecho*

*¿No te has puesto a pensar qué hará cuando sepa que nos hemos estado escondiendo? Esto es culpa nuestra*

*P-pero... Supongo que tienes razón*

*¡¿Entonces?!*

*Y-yo no lo sé*

*¡Tool!*

—No me obligues a hacerlo Omega —el ambiente es pesado y el hombre guapo se yergue sobre su altura, es intimidante y pareciera que su tamaño se dobla, se acerca en demasía a Jimin y lo toma de las muñecas —¿Estás dispuesto a aceptar esto con tal de tapar a mi Omega? —los sollozos salen de la boca de mi amigo y le veo asentir lentamente.

Mi perfecto OmegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora