eleven

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El té está lo suficiente caliente como para hinchar su lengua al doble de su tamaño.

"Ángel", susurró Theodore. "¿Tuvo ataques de pánico otra vez?", preguntó señalando con la cabeza a Draco.

"Ajam", respondió. "Esta vez fue diferente, se encontraba del todo roto cuando lo encontré", lo miró a los ojos.

Theo sacó fuerzas de donde no había para quitarse el nudo de la garganta.

"Imagina cómo hubiese terminado si no estabas ahí", agregó.

La puerta Vaivén de la cocina se agitó a un lado de la mesa en la que se encontraban, la pesadez en sus ojos no les permitió darse el lujo de ver quién era.

Su garganta carraspea, reclamando atención.

"¿Y bien?", dijo aquel hombre. "¿No van a saludarme?"

Ángela intentó controlar en un vago intento el temblor de su cuerpo. Un gran peso dejó su espalda, otorgándole el lujo de respirar libremente.

"¿Lucius?", dejó su taza sobre la mesada.

Aún no podía creerlo.

Su cabello perdió el brillo característico con el cual bromeaban de niños, diciéndole que debería dedicarse a propaganda de productos para el pelo. Sus ojos azules resaltando en la oscuridad de aquellos círculos grisáceos, uno de ellos morado debido a un golpe, ojeras como si fuesen bolsas enormes que tiran hacia abajo, su labio inferior herido.

Era él.

Theodore la hizo reaccionar con una suave sacudida mientras Draco se limitaba a inclinar la cabeza en forma de saludo.

"¡Lucius!", gritó de una vez por todas. Corrió hacia él otorgándole el calor de su abrazo, de verdad tuvo el placer de conocer una parte de él que nadie pudo.

"Extrañé tanto a mi mujercita", susurró en voz baja para que solo ella lo escuchara.

Narcissa acarició el hombro de Lucius, haciéndolo retroceder unos cuantos pasos.

Ambos dirigen sus miradas hacia una nueva figura en la entrada, algo delgada y a su vez prominente, un volumen llamativo en su cabello y una varita algo peculiar.

"¿Bellatrix?", dijo Theodore acercándose a la puerta.

"¿Nos conocemos?", preguntó mirándolo de arriba a abajo.

"Su padre era el Sr. Nott", aclaró Narcissa ante la confusión. "Se han criado con nosotros desde entonces", dijo.

Bellatrix los inspeccionó junto a una expresión neutral en su rostro que rápidamente fue reemplazada por una sonrisa.

"¡Eres igual a tu madre!", exclamó señalando a Ángela. "¿Slytherin?"

"¿Hay alguna duda de eso?", respondió la chica.

"Definitivamente, eres igual a tu madre", rió ante su contestación. "Se preguntarán que mierda hago acá y como carajos llegué", giró su varita entre los dedos de su mano.

"Justamente, con esas mismas palabras", habló Draco por primera vez.

"Lo sé, sobrino. Te leí la mente", pasó su lengua por su labio inferior exagerando el movimiento. "Lucius, ¿harías el honor de explicar?", sonrió cínicamente.

Le costó admitir para sí misma que aquella mujer le agradaba.

"El señor Tenebroso ha vuelto", dijo Lucius. "Él nos ha liberado y ahora, estamos en deuda con él", su voz tembló al vernos.

𝐔𝐧𝐛𝐫𝐞𝐚𝐤𝐚𝐛𝐥𝐞 𝐕𝐨𝐰, draco malfoy (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora