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Llegado el viernes, Yeonjun se encontró con sus amigos en el karaoke gay local. Por motivos económicos, no habían tenido la posibilidad de reservar una cabina exclusiva para ellos, así que tomaron asiento por uno de los sillones generales, cerca a la pantalla central.

Mientras escuchaban a los cantantes novatos en sus ráfagas de inspiración musical frente al karaoke, Changbin y el chico al que conoció en el bar se encargaron de apuntar sus nombres en la lista para sus turnos. Además de él, Wooyoung había llevado a San, su "amigo" de otra facultad, y Seungkwan estaba con Hansol, su novio.

Gracias a eso, Yeonjun se sentía particularmente solo. La idea original de sus amigos era que vaya con Soobin, pero, por obvios motivos, no pudo darse.

Así, pasó gran parte del tiempo tarareando la letra de las canciones que conocía, conversando con sus amigos y sus parejas, y ocasionalmente llevando su mente a la conversación que había tenido con Soobin la noche anterior.

Esa conversación se dio mientras estaba editando una foto para una comisión, cuando, inesperadamente, recibió una llamada de su compañero de cuarto. Los días previos a su viaje no habían hablado mucho, gracias a la tensión que permanecía latente entre ambos, así que le pareció extraño que le marcara en ese momento.

Hola 一saludó el menor, junto a un suspiro一, ¿estás ocupado?

一No mucho 一le respondió Yeonjun, pese a que había dejado su edición a medias.

Oh, entonces... ¿Te puedo pedir algo?

一Sí, dale. 一Por algún motivo, le pareció tierno cómo lo dijo, así que se dirigió a su cama para prestarle la atención debida.

¿Qué estás usando?

一¿Huh? 一Carraspeó, desprevenido por esa pregunta, hasta que Soobin continuó, aclarando un poco sus intenciones.

¿Nada? Hm, yo tampoco... 一rió levemente一. ¿No te gustaría hacerme algo ahorita?

La diestra de Yeonjun tembló, dejando caer su celular sobre la cama por el impacto. Entre los miles de escenarios en los que se había imaginado alguna vez en su vida, hablar de sexo por teléfono con Soobin no estaba incluido... Hasta ese momento.

Aún podía escuchar la voz de su compañero de cuarto a lo lejos, así que tomó un suspiro antes de recoger el celular y recostarse boca abajo, tratando de recuperar la compostura.

...porque siempre me dio curiosidad saber cómo se siente. 一Escuchó su frase a medias, y no tenía idea de lo que debía imaginar.

一¿Ah sí? Dilo de nuevo 一le pidió, tratando de sonar demandante, sin mencionar su desliz.

Ay, por qué, si ya te lo dije... 一Soobin rió, algo entrecortado一. O qué, ¿también tomaste y por eso te olvidaste tan rápido?

Oh.

Hmm, no importa, sólo dime que me enseñarás a hacerlo de nuevo, cuando esté sobrio y te pueda sentir mejor, ¿sí, hm?

Oh. Por supuesto que estaba embriagado. Si no lo estuviese, ni siquiera se le hubiese ocurrido llamarlo.

一Chau, Soobin. 一Se despidió, lo suficientemente considerado como para no cortarle de inmediato一. Mejor descansa.

¿Huh? Nooo, bebé, Yeon-

Antes de que le haga cambiar de parecer, terminó la llamada.

Después de eso, se le hizo difícil concentrarse en su trabajo. Había apagado su celular para no recibir más llamadas o mensajes, porque sabía que sería débil y contestaría si es que veía el nombre de Soobin de nuevo, pero, pese a ello, su cabeza seguía ocupada con ideas dispersas de emociones fastidiosas, sexo y alcohol.

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