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Cuando Soobin escuchó su despertador, lo apagó de inmediato. A diferencia de lo que acostumbraba, no se quedó dando vueltas en la cama por unos minutos, sino que se levantó de golpe y se encerró en el baño, apresurándose en cumplir con su rutina matutina.

Después de todo, no era cualquier día. Era 18 de enero, su aniversario con Yeonjun.

Habían acordado que Yeonjun se encargaría del desayuno y Soobin del almuerzo, para sorprenderse mutuamente con un detalle bonito en el día. Lo único que Yeonjun le había pedido era que despertara antes de las diez, así que Soobin se esforzó en cumplir. Se levantó temprano, se duchó y se dirigió a su armario para buscar un outfit lindo.

Sentía que su estilo de vestir había mejorado a lo largo de ese último año, pero aún no se atrevía a tomar muchos riesgos, pues prefería mantenerse en el rango de lo cómodo y favorecedor.

Para ese día, quería tomar un riesgo. Estaba vestido con el pijama de raso púrpura que su tío le regaló por Navidad, así que se sentía como una celebridad en su día libre, pero claramente no pensaba salir a desayunar en pijama. Aunque, quizás, eso le podría parecer un riesgo a Yeonjun...

Se pasó unos minutos revisando sus cajones, pensando en cómo integrar sus prendas de ropa en un conjunto apropiado, pero antes de que pudiera siquiera escoger algo, escuchó la puerta abriéndose, lo que aceleró su corazón.

Fue Yeonjun quien asomó la cabeza por la apertura de la puerta, logrando que Soobin corriera a su alcance.

一¡No, no, espera! 一exclamó, moviendo las manos como para detenerlo一. Aún no estoy-

一Siéntate en la cama 一dijo Yeonjun, tomándolo desprevenido一. O, mejor, échate y cierra los ojos como si estuvieras durmiendo.

Aunque estaba confundido, Soobin era muy complaciente como para argumentar ante un pedido así de favorable, así que simplemente obedeció y se acostó sobre las sábanas. Mantuvo los ojos cerrados por unos segundos, hasta que la curiosidad le ganó cuando escuchó ruedas...

Y pudo ver un carrito de restaurante con platos de desayuno.

一¡Te dije que no mires! 一le reprochó Yeonjun, inmediatamente al tanto de que había abierto un ojo.

一No vi nada 一respondió Soobin, ocultando una sonrisa al cubrir sus ojos con las manos.

Yeonjun tomó un suspiro antes de volver a moverse, dejando a Soobin con la curiosidad a flor de piel por lo que sintió como una eternidad. Arrimó el carrito, levantó platos y sacudió sábanas, hasta que, depositando su peso al borde de la cama, anunció que estaba listo.

一Ahora sí 一dijo, inclinándose para dejar un beso sobre los labios de Soobin一. Buenos días, mi amor.

Cuando Soobin abrió los ojos, simuló estar recién despierto al bostezar y estirarse un poco, lo que hizo sonreír a Yeonjun.

Al tomar asiento, pudo ver que todos los platos del desayuno ya estaban servidos en su mesa de diario. Era un desayuno tradicional completo que incluía arroz, sopa, y los platos de carne y verduras favoritos de Soobin. Eran escasas las ocasiones en las que podía disfrutarlo, ya que apenas tenía tiempo para un sándwich o sobras del día anterior, pero le brindaba muchísima nostalgia al recordar sus mañanas en casa.

一Aprendí mucho de tu mamá 一dijo Yeonjun, acercándose para sostener su rostro entre sus manos.

一¿Cómo preparar todo esto?

一Eso, y que eres hogareño. 一Sonrió, acariciando sus mejillas一. En vez de salir a cualquier sitio, preferías celebrar tu cumpleaños siendo consentido en casa.