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Era obvio que Yeonjun estaba emocionado por visitar a su mamá. Había pasado prácticamente todo el día anticipando la visita, comenzando por el hecho de que se despertó más temprano que de costumbre para ocupar la cocina antes que sus vecinos de piso y poder hornear las galletas favoritas de su mamá en paz.

Aún no estaba seguro de cómo introducir el tema de Minhyuck, pero suponía que eventualmente lograría un tiempo a solas con su mamá, sea en la noche o en la mañana siguiente. Gracias a la sugerencia de Soobin, habían acordado que se quedarían a dormir en su departamento, así que estaban llevando lo necesario para una pijamada.

Después de su última clase, se encaminaron al departamento con sus mochilas listas. Tomaron el bus, porque, aún con el tráfico, estaba apenas a media hora de la universidad.

A diferencia de Soobin, quien prácticamente no tenía otra opción salvo mudarse cerca al campus, Yeonjun había podido seguir viviendo con su mamá tranquilamente. No lo hizo porque quería conocer la experiencia de tener un roomie, pero también porque sabía que mudarse a una residencia estudiantil lo mantendría rodeado de suficientes distracciones como para estar constantemente ocupado y entretenido. 

Esa noche, estaba seguro de que no desaprovecharía ni un segundo de la cena. Tenía mucho que contarle a su mamá, mucho que mostrarle a Soobin y mucho que anticipar de la dinámica doméstica que podrían tener.

Pronto llegaron al lugar indicado, un moderno edificio en una de las calles aledañas a la avenida principal. Subieron por el ascensor hasta uno de los últimos pisos, donde Yeonjun tuvo que detenerse un instante para contener su ansiedad.

一Te va a amar, te lo juro 一le dijo a Soobin, quien rió por el comentario.

一Ya me lo has dicho mil veces. Si insistes más, voy a creer que me va a odiar...

一¡No! 一Le dio un empujoncito, aliviando un poco aquella inquietud一. Solo te odiaría si le recuerdas a su ex, pero no eres ni periodista ni idiota, así que estás a salvo.

Tras un leve suspiro, sacó sus llaves para entrar al departamento, entusiasmado al anticipar que vería a su mamá después de casi un año. No había visitado desde las vacaciones de invierno del año anterior, porque había optado por pasar más tiempo con sus amigos y su novio, así que suponía que debían haber ciertos cambios en el hogar.

一¿Hola? 一llamó en voz alta, apenas abrió la puerta一. ¿Ma?

Mientras procuraba dejar sus zapatos sobre el mueble de la entrada, escuchó unos pasos desde la cocina. Se apresuró en despojarse de sus zapatos y sonrió, listo para saltar sobre los brazos de su mamá y abrazarla fuerte. Sin embargo, apenas volteó, se topó con la imagen de una empleada portando un delantal de cocina.

一Buenas noches, joven. Puede esperar un rato, la señora Eunhye debe estar llegando en unos minutos.

Aquel saludo le golpeó como un bloque de hielo. Con la sonrisa congelada y la postura rígida, realizó una breve reverencia para agradecerle a la empleada, aferrándose a la diestra de Soobin al caminar hacia la sala del apartamento en el que creció.

一Buenas noches. 一Soobin fue quien logró alzar la voz apenas pasaron, carraspeando antes de señalar la mochila que cargaba Yeonjun一. Trajimos galletas de chocolate...

一Muchas gracias, pueden dejarlas en el comedor. 一Sin más, la joven desapareció en dirección a la cocina, probablemente para terminar de preparar la cena.

Saber que su mamá no había cumplido con su parte del acuerdo al no estar en casa a la hora correcta resultó decepcionante para Yeonjun, por supuesto, pero trató de que no le afecte. En cambio, forzó una sonrisa, dirigiéndose hacia el comedor para sacar la bolsa de galletas de su mochila y colocarla sobre la mesa, tal como había indicado la empleada.

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