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Los días pasaban, pero la bandeja de entrada del correo de la universidad de Soobin permanecía casi intacta. Sólo le llegaban promociones, invitaciones a charlas o voluntariados y ocasionales mensajes de spam. Aparte de su profesora de herbología, ningún otro docente le había respondido positivamente aún, lo que lo dejó un tanto melancólico.

Uno de los pocos buenos correos que había recibido era el de los créditos educativos, una oferta que podía salvar su estadía en la universidad, pero a la vez comprometer su futuro. Tenía la opción de pedir un préstamo para cubrir sus estudios, el cual pagaría cuando comience a trabajar. Aún no estaba seguro de lo que podía pasar a lo largo del semestre, así que guardó el correo, por si acaso.

Como había conversado con Yeonjun, su idea no era simplemente aceptar la primera oferta, así que, tras conocer todos los detalles del trabajo ofrecido, le había escrito a su profesora de herbología para comentarle que lo pensaría y que tendría una respuesta una semana antes de iniciar las clases.

Lamentablemente, cuando llegó esa semana antes de iniciar las clases, sólo había recibido malas o nulas noticias por parte de los demás. Otro de sus docentes, con el que llevó estadística, le había respondido para ofrecerle un puesto de asistente que demandaba más horas que el de encargado del invernadero, así que, naturalmente, no lo tomó en cuenta.

Llegado el tiempo límite, decidió aceptar la oferta de su profesora, pero la respuesta que recibió logró que su corazón se hundiera.

Querido Soobin,

Gracias por tu interés, pero lamento informarte que otra persona aceptó el puesto con mayor prontitud. Te avisaré de cualquier actualización laboral, cuenta conmigo para el futuro.

Sin mayor opción, se vio obligado a escribirle al profesor de estadística, el reconocido investigador en las ciencias naturales, Bang Jinseo. Esta vez, sí fue aceptado, así que firmó el contrato, pero no se sintió satisfecho en absoluto. Ganaría dinero y experiencia, sí, pero cumpliendo con actividades banales y fastidiosas, probablemente explotado por una autoridad.

Ese "probablemente" se convirtió en "definitivamente" bastante rápido, con el primer pedido del profesor Bang. Debía trabajar con bibliografía, eso ya lo anticipaba, pero no creyó que le enviaría tres libros de más de 200 páginas en menos de una semana.

一¿Quiere que leas y resumas todo esto para el lunes? 一Yeonjun estaba incluso más ofendido por la tarea que le había dejado, y no temía demostrar su disgusto hacia el profesor一. No, imposible que le cumplas el capricho al señor excéntrico, ¿con qué tiempo?

一No sé cómo, pero lo tengo que hacer para las 7 de la mañana 一dijo Soobin, junto a un suspiro de lamento一. No creo que sea tan complicado...

Yeonjun comenzó a ingeniar una estrategia para denunciar al profesor por abuso laboral, pero cuando Soobin le mostró el contrato que había firmado, todo se fue por el desagüe. Las labores estaban claramente detalladas en aquel documento, por lo que sería muy difícil apelar.

一Dame el más fácil para ayudarte 一ofreció, en cambio, ante lo que Soobin se negó.

一No, no es necesario...

一Vamos, Soo, estudio comunicaciones, sé resumir los puntos importantes.

En el umbral entre aceptar y rechazar, Soobin se tomó unos segundos para pensar en la propuesta, inclinándose hacia el lado de rechazar, porque no quería que Yeonjun también se sometiera al régimen explotativo y sin recibir paga alguna. 

一Si tendremos que cancelar nuestra última cita antes del inicio del semestre, al menos déjame pasar tiempo contigo, aunque sea redactando resúmenes aburridos 一argumentó Yeonjun, empujándolo hacia el lado de aceptar.

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