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(TW/Aviso: mención de violencia física y abuso de poder)

Después de tomarse el lunes como día de descanso, Soobin tuvo que volver a sus responsabilidades. Por suerte, el profesor Bang no había sido tan descorazonado como para reclamarle por su supuesta enfermedad, como lo pudo confirmar al encender su celular y leer el mensaje de "mejórate pronto" que había dejado en su bandeja de entrada.

Así, el martes por la mañana se protegió con una chalina y una mascarilla, recomendación de Yeonjun para que aparentara recuperarse de la gripe, y se dirigió hacia la ya conocida oficina de su jefe directo. Anticipaba que lo llenaría de tareas adicionales para compensar por su ausencia, pero el día libre definitivamente había valido la pena.

Apenas llegó, saludó al profesor con una usual reverencia, manteniendo su distancia. Bang le echó una mirada de desprecio antes de indicarle que cerrara la puerta y tomara asiento frente a su escritorio, sin siquiera dirigirle una palabra.

一Buenos días, profesor Bang. 一Soobin alzó la voz, un poco ronca por lo temprano que era一. Nuevamente, lamento haberme ausentado ayer, pero me sentía-

Esa frase se vio interrumpida por un suspiro de terror al notar cómo un pesado libro era inesperadamente lanzado en dirección de su rostro, sin piedad alguna. Apenas logró inclinar un poco la cabeza, pero no fue suficiente para protegerse, así que la dura esquina del ejemplar golpeó su ojo.

Su reacción automática fue llevar una mano hacia el ojo herido y contener el grito que quería pegar, transformado en irregulares jadeos. No podía olvidar dónde se encontraba, así que se encogió en su asiento como para tratar de defenderse, aterrado de que se volviera a repetir.

一Eres un maldito mentiroso 一acusó el profesor, acelerando aún más el corazón de Soobin一. Me da asco que trates de actuar inocente, cuando ambos sabemos qué estuviste haciendo ayer.

Soobin estaba tan avergonzado como asustado, incapaz de alzar la cabeza y dirigirle la mirada a su jefe. En ese momento, ni siquiera se puso a pensar en cómo es que se había enterado de la verdad, pues su cerebro seguía procesando lo ocurrido. Nunca nadie lo había agredido así, y aunque en teoría sabía que el profesor estaba en el lado incorrecto y merecía como mínimo una queja, en ese momento, no podía levantar la voz. Era su culpa por haber mentido, después de todo.

一¿No vas a decir nada? ¿Ni siquiera una disculpa?

一Lo- Lo siento 一titubeó, en un débil hilo de voz一. Perdón.

Eso solo logró enojar más a Bang. Inmediatamente, lo jaló de la muñeca y bajó su mascarilla con brusquedad, obligándolo a enfrentarse al fastidio en su mirada autoritaria.

一No puedo creer que pensé que tenías potencial de investigador. 一El profesor recalcó su desaprobación, hundiendo aún más el autoestima de Soobin一. En serio pensé que serías decente... pero resultaste peor que los demás. Perezoso y mentiroso.

En su mejor esfuerzo por no derrumbarse en lágrimas en ese momento, Soobin hizo lo posible por desconectarse. Estaba casi seguro que su párpado golpeado había comenzado a palpitar, y apenas podía mantener ese ojo semiabierto.

En vez de escuchar los insultos del investigador al que solía respetar, trató de recordar la escena más bonita de la película que vio con Yeonjun la noche anterior, cuando estaban acurrucados sobre su cama, cómodos y cálidos. Solo así, no dolía tanto.

Al menos eso creyó, hasta que sintió el impacto de una fuerte palmada contra su mejilla.

一¡Responde! 一demandó el profesor Bang, su mirada hecha fuego.