Kevin abrió la puerta lentamente. Al ver que simplemente eran Sam y su madre, les dejó entrar. Las dos venian cargadas con bolsas de la compra a si que me levanté del sofá para ayudarles.
-¿Y tu eres..?Me preguntó una señora de mediana edad identica a sus hijos.
-Sally mamá, ella es Sally. Le respondió su hijo antes de salir a por la última bolsa.
Al escuchar esto, su madre lució una gran sonrisa.
-A si que tu eres la famosa Sally.. Kevin me ha hablado mucho de ti. Ahora veo que no me mentía eres realmente preciosa. Me dijo.
- ¡Gracias señora! Le dije contenta.
-Puedes llamarme Helen cariño.
Yo asentí y le dediqué una sonrisa.
Al acabar de presentarnos, Sam me dió un fuerte abrazo.
-¿Has venido a despedirte? Sally, te hecharemos muchísimo de menos eres lo mejor que m...
-No.. yo.. os lo tengo que contar todo.. ¿Podemos hablar?
-Claro. Dijo Kevin cerrando la puerta con la espalda ya que las manos las tenia ocupadas por bolsas.
Ana se levantó del sofá al darse cuenta de que todos estabamos allí.
- Esta es Ana, mi hermana. Os estareis preguntando que por qué la he traido.. No es facil contaros esto... Cada vez me costaba mas hablar sobre lo que habia pasado minutos antes.
-No te preocupes, toda tu familia está invitada a venir a mi casa siempre que querais. Me dijo Helen.
Al escuchar eso no pude evitar llorar. Evité mirarles a la cara.
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Una lágrima cayó sobre mi rodilla, entonces Kevin se dió cuenta de que estaba llorando.
-¿Estas bien pequeña? No es necesario que nos lo cuentes si te vas a sentir mal.
-Lo tengo que contar, es lo único que puedo hacer por vosotros. Dije con la voz entrecortada.
Kevin y Sam me dieron la mano.
Les conté a los tres lo que nos habia pasado, desde la parte en que encontré la hermita, hasta poco antes de que viniera Kevin.
Le tapé las orejas a mi hermana.
-Y me encontré a mi padre con un cuchillo clavado. Desangrandose. Y yo sin poder hacer nada.
Empecé a llorar con mucha mas intensidad.
-Y luego nos despertamos atadas con una gran cuerda... Y ya no recuerdo nada mas...
-Hemos ganado el juego pero Sally no está bien. Dijo mi hermana.
Al acabar de hablar noté como los tres se lanzaron sobre mi para darme un gran abrazo.
-Eso no es verdad. Me dijo Kevin mirándome fijamente a los ojos.
-¿Como puedes decir que no es verdad? Tu crees que brome...
-No es verdad, porque tu ni tu hermana estais solas, nos teneis a nosotros. Os cuidaremos como a dos mas de nuestra família. ¿Entendido? Al acabar de decirme esto, el chico se lanzó a mi para darme un beso en los labios.
-Tiene razón, nunca os quedareis solas. Dijo Sam.
-¡Decidido, os vendreis con nosotros a Estados Unidos! No os podeis quedar aquí solas, sois de nuestra família. Dijo Helen intentando alegrarme.
-Que va, da igual, no quiero causaros molestias, tranquilos estaremos bien. Dije poniendo una sonrisa falsa.
-Ahora volvemos. Dijo Kevin agarrándome de la mano y llevándome hasta su habitación
Cerró la puerta y con cuidado me empujó contra la pared para besarme.
-Tu te vienes conmigo. Dijo con una sonrisa traviesa.
-¿Y mi hermana?
-Tu hermana también.
-Pero...
-Nada de excusas. Te quiero. Y no te pienso dejar.. perdón, y no os pienso dejar aquí sabiendo que ese cabrón está cerca. Volveremos cuando esto se haya calmado y el tio ese esté dond se merece, en la cárcel.
No paramos debesarnos, a si que nuestras respiraciones estaban bastante agitadas.
-Está bien, iré con vosotros. Dije volviendole a besar.
