Capítulo 31

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Cuando bajamos las escaleras, sonó el timbre. Mi padre fué corriendo para ver quien era, pero antes de abrir, puso la cadenita oxidada de seguridad.

No tardó ni dos segundos en volver a cerrar la puerta, bueno, eso intentó ya que el pie de alguien lo evitó.

-Señor Rowling, ¿que pasa? Dijo sarcasticamente.

-Solo quiero hablar. Dijo con el mismo tono de voz.

-Yo no. Estoy.. Estoy enfermo.. Con una gripe, es mejor que.. no hablemos o.. te podrias contagiar..y..
¡PUUM!

Saimon derrumbó nuestra puerta con una fuerte patada.

Cojí a Ana en brazos y me la llevé a arriba, nos encerramos en el baño. Allí encerradas, cojí mi teléfono y llamé a Kevin.

Piip...Piip... Piip...

-¿Kevin? Hola. Soy Sally, estamos en peligro.

-¿Que? ¿Que pasa? Voy a por ti.

-¡No! No quiero que corras peligro. Le dije.

-Venir a mi casa. Aquí estareis a salvo. Ten cuidado.

-¿Enserio? Muchas gracias.

Todo estaba muy tranquilo. Cuando ibamos a quitar el cerrojo de la puerta, el grito de mi madre me frenó.

Ana me abrazo nerviosa. Pude notar su miedo.

-Ana, tienes que ser muy valiente, ¿entendido? Mira, vamos a jugar a un juego. Tu estarás todo el rato detras mia. Para ganar, tendrás que hacer todo lo que te diga, y por último, tendrás que evitar a Saimon.

-¿Saimon es el malo?

-Si, y por eso, no puedes dejar que te vea ni te toque.

Ella asintió y me dió la mano.

Cojí una botella de cristal vacia donde antes habia shampoo, y con cuidado quité el cerrojo.

Al salir, todo estaba muy tranquilo, nada de gritos, nada de llantos nad..

-Hi..jas, ten...ei..s que u..hir.. de a..quí..

-¡Papiii!

-Ana cierra los ojos. Le susurré antes de que se pudiera girar para ver a mi padre.

Me giré yo sola. Las lagrimas empezaron a recorrer mis mejillas, al ver a mi padre con un cuchillo clabado en la pierna. El intentaba sonreir, a pesar de que se estaba desangrando.

-Papá!.. Me tiré al suelo para intentar quitarle el cuchillo.

-No.. hij..a. Te..ne..is...que
.. uhir

-U..hir! Yo.. ya no im...porto...

El escuchar esas palabras hicieron que llorara mas.

-Te..ner.. Cu..ida..do..

Le dí un beso en la frente a mi padre y bajamos las escaleras.

Ana aun tenía los ojos cerrados. Cuando ya estabamos lo suficientemente lejos del cuerpo de mi padre, le dije a mi hermana que abriera los ojos.

-¿Que ha pasado?

-¡BUENAS NOCHES NIÑAS! Gritó Saimon apuntandonos con el mismo cuchillo que habia visto segundos antes clavado en la pierna de mi padre.

Miré a Ana, y empezamos a correr, pero el me cojió del pelo, haciendo que retrocediera.

-Sally, no fué buena idea, hacer de heroe ¿sabes? Ahora tendré que ser malo.

Se acercó a mi, y me dió un puñetazo en todas las costillas.

-Saimon, ¿sabes que? Le dije con cara de niña buena.

-Ten cuidado con lo que dices.

-Saimon,  tu.. La cara de angelito se esfumó de golpe.

-Tu eres una escoria humana. La gente como tu no se merece vivir. Puedes pegarme todo lo que quieras, a ver si a si te das cuenta de lo que eres. Un asesino sin sentimientos. Estás loco.

El me pegó otro puñetazo, esta vez en la ceja izquierda. Seguido de una patada en mis caderas.

El me agarró del cuello, y me clavó el cuchillo. Pude notar como las gotas de sangre se deslizaban sobre mi cuerpo.

Empecé a verlo todo borroso.

-Deja a mi hermana! Gritó Ana mientras le pisaba su pie derecho.

-¡MALDITAS MOCOSAS!

Nos pegó a las dos hasta dejarnos inconscientes.


Mi vecino es un asesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora