Al entrar a casa, ví que el arbol de Navidad ya estaba puesto, pero no habia ningun regalo ni nada.
-Mamá, ¿esa era la sorpresa? ¿Era el árbol?
-No hija, eso no es. Pero te gusta como ha quedado? Me preguntó mi madre.
-Si, esta guay.
-La sorpresa aun no está aquí. Me dijo mi madre al ver que miraba para todas partes.
-¿Y donde está?
-Mas tarde vendrá.
Sabia que por mas que insistiera, no me lo contaría, a si que fui al baño para ducharme y arreglarme un poco.
Ojalá sean mis amigas y amigos de mi antiguo instituto. Pensé.
Cuando acabé de ducharme, abrí el armario y cojí unos baqueros negros, una camisa de cuadros también, negra y granate a juego con unas botas oscuras.
Al cabo de un rato, sonó el timbre.
La sorpresa estará tras la puerta. Pensé contenta.
Mi madre fué corriendo a abrir, se colocó bien el pelo, y abrió.
No me lo pude creer. La sonrisa y la felicidad, se esfumaron por completo. ¿Esta era la sorpresa?
-Buenas noches! Dijo el vecino.
-Hola! Le dijo mi madre.
Mi hermana se acercó a la puerta y saludó al hombre con la mano.
El le devolvió el saludo.
Joder. A pesar de todo lo que dije sobre el vecino, lo ha invitado a nuestra casa.
-Ven un momento. Le dije a mi madre.
-Mamá, ¿como has podido? ¿Se te ha olvidado ya todo lo que te dije sobre ese tio o que? Le dije enfadada.
-Me acuerdo perfectamente, pero ¿que hay de malo en que le regale una muñeca a tu hermana? Me dijo mi extrañada.
-Veo que no lo entiendes. ¿Y se puede saber a que ha venido mamá?
Le dije en bajo, para que no me escuchara el director.
-Se va a quedar a cenar, le he invitado yo, queria conocerle. Me dijo feliz.
Vale, ya era oficial. Mi madre se habia vuelto loca.
-Mamá, el ya te conoce. Le dije para intentar que se fuera.
-Sally, ¿cuantas veces te he dicho que no mientas? Se va a quedar a cenar y punto, te guste o no.
-No miento, y está claro que no me gusta que venga y a ti tampoco te tendria que gustar, pero bueno, tu sabrás. Salí de la habitación pegando un portazo.
Al salir de la habitación, vi al vecino, bastante cerca de la puerta. Mierda, seguro que lo ha escuchado todo. Es un cotilla.
-Hay algun problema Sally? Me preguntó con su mirada diabólica.
Decidí decirle la verdad, para ver como reaccionaba.
-La verdad es que si. Para empezar, como se llama? Sabe todos los nombres de mi familia, y yo en cambio no me se el suyo. Le dije de carrerilla.
-Oh por favor Sally puedes tutearme. Me dijo con una sonrisa mientras miraba a todas partes.
No me cambies de tema cabrón, o tendré que hacer lo que me dijo Rebeca. Pensé, y no pude evitar sonreír, por suerte el no se dio cuenta.
Le miré fijamente, hasta que por fin me contesto
-Veras Sally, mi nombre es Saimon.
-Y como sabes los nombres de toda mi familia? Le pregunté.
-Porque como ya te dije, somos amigos.
-Después de que tu vinieras para decirnos que eras nuestro vecino, le hablé de ti a mi madre, y ella no sabia quien eras. Que extraño no? Le dije con sarcasmo.
-Nos conocimos despues de todo esto.
-Y porqué se esfumó cuando le mencioné a mi madre? Le dije con los brazos cruzados.
-Eeem.. porque.. porque tenia comida en el horno, y tenia prisa.
-Saimon, quien es Lucy? Le pregunté.
Pude ver como su rostro pasaba de ser siniestro a triste rápidamente.
Foto de Saimon en multimedia.
Holaa! en el siguiente capítulo pondré a Ana en multimedia, se que la debería haber puesto antes, pero se me olvidó, lo siento. Espero que de momento os esté gustando la historia :3