Capítulo 32

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Al despertar, miré hacia todas partes. Yo estaba atada a una silla al igual que mi hermana, la cual dormia. Estabamos una frente la otra. Una gruesa cuerda nos impedia respirar con facilidad . Mi hermana tenia sangre por su mejilla.

-¡Ana! ¡Ana despierta!

Pero nada.

Toqué su pie con la punta de mi zapatilla para volver a intentar lo que antes no funcionó.

Por suerte, Ana se despertó de golpe.

Poco a poco empezó a abrir los ojos, después de esto miró detrás mia y puso los ojos como platos. Me giré como pude y vi a Kevin.

El me dió un beso en los labios, un beso como jamás me lo habia dado.

Después de separarse de mi, ví como se ruborizaba  ya que Ana aún nos miraba atenta.

-Em.. Rápido vámonos.Dijo quitándonos la gruesa cuerda que rodeaba nuestro cuerpo.

Las dos asentimos

En seguida me acordé de la imagen de mi padre tirado en el suelo mientras se desangraba delante de sus hijas y yo no hice nada para evitarlo. Simplemente me quedé llorando. Soy un asco de hija.

Las manos de Kevin tocándome la mejilla me hicieron volver a la realidad. El cortó la cuerda que rodeaba mis muñecas y mis pies.

Al acabar, ayudamos juntos a mi hermana.

-¿Como has entrado? Le pregunté.

-La puerta estaba abierta.

-¿Que? No puede ser...

-Vámonos. Me dijo el serio.

Yo asentí. Nick cojió a mi hermana de la mano.

Espera! ¡No hemos cojido las maletas! Dije para ver si mi padre seguia donde antes.

Antes de que me pudiera decir algo subí las escaleras.

Al acabar el recorrido, me di cuenta de que mi padre ya no estaba.

A lo lejos podia escuchar a Nick.

-Da igual, vámonos antes de que venga el cabrón que os ha hecho esto. Como me lo encuentre le cruzo la cara.  Dijo el.

Bajé las escaleras y me reuní con Nick y con mi hermana, juntos salimos de casa.

-Ah pues mira tu que bien, vas a tener oportunidad de cruzarsela ahora mismo.

Kevin se puso pálido. Me miró, después miró a Saimon y otra vez a mi.

-Mira, no me arriesgo ahora porque no hay tiempo. Rápido correr lo mas rápido que podais. Dijo el.

Kevin y yo cojimos las manos de mi hermana y empezamos a correr.

Mi vecino es un asesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora