Hay bastante tráfico por la mayoría de las carreteras. Es algo extraño, en Georgia.
Dejé de mirar por la ventana, para mirar por el espejo retrovisor. Las gafas de sol de la madre de Kevin eran oscuras, tanto que a penas podía ver sus claros ojos. A su lado estaba Sam, leyendo algo en su teléfono.
Miré a mi lado; Ana estaba dormida, con la cabeza apoyada en el pecho de Kevin y el estaba escuchando música con unos auriculares para no despertar a mi hermana.
Desde que me subí en el coche no dejé de pensar en tododo lo ocurrido. No se si estoy haciendo bien, no se si estoy haciendo mal, simplemente nose lo que estoy haciendo.
¿Uhir quizás? Me dice una voz en mi interior.Por fín llegamos al aeropuerto, el cual está lleno de gente. Despierto a mi hermana con cuidado y aviso a Kevin de que ya hemos llegado. El me mira serio, casi con pena podría decir.
___ Has estado muy callada en todo el trayecto, ¿estás bien?__
__Sí__. Mentí. No podía estar ni medio bien después de todo. A penas pasaron unas horas desde que uhímos de la casa de ese loco.
La única forma que tengo de agradecerles lo que están haciendo por nosotras es.. No sé. Por ahora supongo que no dar ningún problema y ayudar en todo lo que pueda. Aunque eso ya lo haría si no hibiese pasado nada de esto.
Todos estamos en busca de nuestra compañía aerea cuando noto que mi hermana me tira de la chaqueta.__¡Ahí!, ¡ahí!__Dice señalando un gran marcador con el nombre 'United Airlines'
__¡Muy bien Ana!__ Dice la madre de los hermanos.
Ya casi estamos cerca de la señora rubia y con gafas para facturar las dos maletas que llevamos.
A lo lejos un montón de gente grita.
Los cuatro nos miramos nerviosos.
Llegamos hacia la zona de facturación, pero los gritos no paran como todos pensamos, es mas se van acercando cada vez mas y mas.La empleada nos mira alterada. Ella coge el teléfono que tiene al lado de la pantalla del ordenador. Nerviosa empieza a teclear unos números. A la policía.
No sabemos que hacer. No hay sitio para escondernos o eso creemos, hasta que la señora nos indica una puerta trasera. Los cuatro corremos tras ella hasta llegar a la puerta. Entramos y nos damos cuenta de que ya hay mas gente escondida, unas dos famílias mas.
__ Sabeis que está pasando ahí afuera?__ Pregunta Kevin con la respiración agitada.
__ Hay un hombre armado. __ Dijo el padre de una de esas dos famílias.
En ese mismo instante un escalofrío recorre mi cuerpo. Saimon.
El pomo de la puerta empieza a girar. El silencio de ese pequeño armario de limpieza es tan grande, que casi puedo escuchar mis acelerados latidos.
Todos respiramos tranquilos al ver que que era la señora rubia de antes.
__Ese hombre acaba disparado a una mujer_. Dice la mujer casi llorando.