Libres de pecado - [BORRADOR]

17

~Capítulo 17: "Aclaraciones confusas"~

El movimiento al lado de mi cama me despertó. Abrí los ojos con pereza para acostumbrarme a la poca luz que había en la habitación y observar a la persona que estaba junto a mí.

Tenía la ligera esperanza de haber tenido un fantasía ridícula en lo más profundo de mis sueños de la cual avergonzarme más tarde, pero nada lo había sido. Realmente había pasado.

Me incorporé en la cama, para después mirarlo con cara de dormida. Él se estaba poniendo los pantalones cuando se percató de que lo estaba observando. Llevaba el torso al descubierto y pude apreciar como todos los músculos de su espalda se relajaban.

—No quería despertarte. —susurró sonriendo. No sé porqué hablaba tan bajo si ya me había despertado.

Lo analicé de arriba a abajo, y luego todo nuestro alrededor, como para confirmar y caer en la realidad que verdaderamente había sucedido. Necesitaba unos segundos para que mi cerebro funcionara de manera decente. Seguro me veía como una idiota.

—¿Así que eres de esos? —pregunté unos minutos después, enderezando mi espalda y dejándolo confundido.

—¿De esos?

—De esos que se escapan a hurtadillas apenas sale el sol.

Sus ojos me buscan con ansias y alza sus cejas. Moja sus labios antes de responderme y no puedo evitar posar mi vista en su boca por más tiempo del necesario. Temo no volverlo a ver nunca como lo veía antes.

—Iba a dejarte una nota —aclara divertido.

Le devolví la sonrisa, un poco más tímida. Pasaron unos minutos en donde ninguno sabía que más decir.

Poco a poco, sus facciones delataron su incomodidad y dejó de acomodar su cinto para mirarme, ya algo más serio. Supongo que ahora quería aclarar las cosas que ya tenía claras.

—Lo que pasó no debería volver a repetirse, Levy... —su cara monótona me hacía saber que no estaba bromeando.

«Debería»

Hay tantas cosas que deberían ser y no son. ¿Qué habrá querido decir con eso? Aquella palabra solo era un supuesto a las miles de cosas que podrían acontecer. Observé sus ojos y sus mejillas algo sonrojadas, para después pasear mi vista por el desorden de mi habitación.

No, no debería volver a suceder.

—Ni que hubiese estado tan bueno. —bromeé en medio de un bostezo inevitable.

Maverick se sentó al borde de la cama para observarme sin gracia. Le sonreí.

—Hablo en serio.

—Lo sé. —susurré.

Nos mantuvimos la mirada un largo rato. Buscó mi mano y comenzó a acariciar el dorso. Me concentré en el movimiento de sus dedos y las cosquillas que su toque me generaba, para evitar mirarlo a la cara.

¿Habíamos hecho mal?

No quería arruinar mi amistad con él por algo como esto. Había sido un simple impulso, algo que ninguno sentía pero que había acontecido de todas formas como si lo necesitáramos, una forma de olvidarnos de otros por unos instantes y pensar de manera egoísta... Si perdía a Maverick por esto, jamás me lo perdonaría.