Nos dicen de pequeños que los lazos mas fuertes son los que tienes con tu familia, pero ¿Qué sucedería si ese lazo es lo que mas deseas destruir?
Adrien era un chico que paso la adolescencia deseando algo que se le era prohibido, mientras que Marine...
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Bom Temps
Entre a mi cuarto dejando solo al imbécil con el cual convivo y tenía el título de hermano mayor. Arrojé mi mochila contra el escritorio enrabiada y empecé a sacarme el uniforme del instituto para enfundarme un short color negro y una prenda superior de tirantes color pastel. Continuaba enojada y si no controlaba esas ganas de bajar y tirarlo por la ventana del segundo piso, la casa seria testigo de un posible asesinato.
Me lancé a mi cama para girar en esta y quedar con la vista en dirección al techo, mientras mi mente se llenaba de pensamientos.
¿Hermano mayor? ¿De verdad tenemos esa relación de hermano y hermana? ¿Cómo podemos ser hermanos si somos tan distintos? Sumándole que nos odiamos a muerte.
Ahora que recuerdo, cuando éramos pequeños podríamos decir que teníamos esa relación, pero pasando los años, él fue cambiando mucho.
Cuando íbamos en primaria éramos muy unidos, íbamos juntos a todos lados y solíamos jugar siempre a todas horas, eran tiempos de risas y ternura entre nosotros. Solíamos jugar a los super héroes.
Él era mi héroe.
Al menos en ese tiempo lo era.
Pasaron los años y nuestra relación cambio. Note este cambio cuando cumplió los catorce y entro al instituto, ya no era mi dulce hermano que me defendía de los que me molestaban por mis tiernas coletas o juguetes infantiles. Me gustaban mucho las mariquitas y usaba todo de ellas.
En cambio, el también empezó a molestarme después de su cambio. Me ignoraba al llegar a casa o cuando sus amigos venían a jugar con él, siempre que quería saludar el me sacaba de su habitación y me cerraba la puerta en la cara.
Empezó a jugar con papá o sus amigos los juegos que antes siempre jugaba conmigo. Recuerdo sentir que el chico que convivía conmigo era un completo extraño para mí.
Extrañaba a mi hermano mayor.
Ha ese dulce y tierno chico que siempre estaba a mi lado.
Cuando cumplí yo los catorce ingresé al instituto donde el mismo cursaba la secundaria.
Fui tan ingenua.
Pensé que tal vez mi relación con él iba a mejorar, en que recuperaría a mi hermano al que tanto quería y veía como mi héroe.
Todo se fue al traste desde la primera semana de clases.
Lo vi un día en el pasillo con su grupo de amigos que al parecer iban al mismo salón que mi hermano, me acerqué a él para charlar con ellos. En su grupo pude identificar solo a Luka, quien es el amigo de la infancia de Adrien y también, bueno, era uno de mis mejores amigos también. Pero tomo partido del Team Adrien y se alejó poco a poco de mí.
Recuerdo que ese día sus amigos menos Luka me veían extrañados y lo que paso después fue de lo más humillante del mundo.
Cuando iba a preguntarle a mi hermano si quería volver conmigo a casa y pasar por un helado uno de sus amigos le preguntaron:
