Capítulo XXVI

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Croisé

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Croisé

Me dolía la cabeza, y no sabia la razón exacta de esto. Solo recuerdo haber celebrado el cumpleaños de mamá, preocupándome de que haya disfrutado junto a mi padre y ni un pesar volviera a envolver su entorno, luego subí a mi habitación sin darme cuenta del momento que me despedí de mis padres, mientras Adrien me daba apoyo para no pensar más en aquel tiempo donde todo nuestro entorno se encontraba roto, y después... toda mi mente se bloqueó.

Estaba funcionando en control automático y ni cuenta me di de las acciones que tomé. Sentí que Adrien era el único en mi vida, como si lo necesitara para respirar y ahuyentar todas las tinieblas que traían los recuerdos del pasado a mi mente. Las ganas de retenerlo a mi lado eran tan intensas que mis manos se movieron por si solas, queriendo poseer al único chico que estaba dentro de mi corazón en ese instante. Era como si tuviera la necesidad de drogarme para volver a sentir plenitud y tranquilidad, creyendo que Adrien seria esa droga que me ayudaría a elevarme al punto mas alto de la felicidad.

Fui una tonta...

Desde que fuimos al centro comercial que mi cuerpo se sintió extraño, obviamente me había resfriado y eso causo que mi cuerpo pasara la cuenta. Por no haberme cuidado como debía, termine haciendo algo estúpido con el chico que no tenia permitido tocar. Menos besar... en ese instante cuando nuestras bocas se unieron y mi cuerpo choco con el suyo, lo unido que deseaba era que Adrien siguiera reteniéndome a su lado y esta sensación empeoro cuando en vez de separarse y gritarme, exigiéndome explicaciones... termino correspondiendo mi beso, dejando que nuestros cuerpos entraran mas en contacto.

Me sentía muy avergonzada de mi actuar.

Es mi hermano mayor por el amor a todos los gatos. No es un chico cualquiera a quien puedo tocar o ver de otra manera, era muy diferente a como veía a Claude o Luka y cualquier chico a mi alrededor. Adrien es... un chico a quien tengo prohibido mirar. Alguien a quien debo querer fraternalmente y que esto no salga de esos límites. Los besos entre hermanos son un tabú, y si continuaba observándolo y viéndolo con otros ojos... todo seria destruido.

Estaba aterrada y enojada conmigo misma por el desliz que estaba cometiendo. Dentro de mi corazón estaba creciendo un sentimiento que debía reprimir y eliminar antes de que sea tarde. Mi pecho se oprimía cada vez que pensaba en Adrien, por mucho que quisiera evitarlo a toda costa, no era capaz de sacarlo de mi mente.

—Es como si yo... —lleve mis manos al rostro, tapando mis ojos que estaban a punto de romper en lágrimas.

No sé dónde ir o cómo actuar, necesitaba ayuda, solo... quería que todo esto se fuera.

—Marii~ —reaccione de inmediato, viendo a Chloe y Alya frente a mí. Pestañe varias veces, sin estar al tanto del momento en que llegaron—. ¿Estas bien, chica? —me pregunto Alya, viéndome extraño.

—Y-Yo...

—Marinette, estas algo pálida —comento ahora mi rubia amiga, llevando su mano bajo mi flequillo y contactando su mano con mi piel—. No tienes fiebre.

Unis par le coeur ||Adrinette +18||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora