Premier amour
Jueves... ¿jueves? No, era viernes.
¿Por qué lo sé?, por el simple hecho de salir temprano del instituto. De lunes a jueves siempre salíamos tarde de clases, pero el viernes al tener solo clases de mañana, lográbamos huir antes del martirio. y como era de esperar me hallaba ahí otra vez.
Si, ahí estaba. Esperando a mi flechazo de secundaria, Claude Courtois.
El más guapo, dulce y caballeroso chico que puede existir. Al menos a mi parecer. Créanme, no cuestiono los gustos de nadie y espero que jamás hablen de los míos. Tampoco es que me importe mucho. Claude y yo hemos sido compañeros de clase por unos largos y hermosos dos años. Lo conocí cuando cumplí los catorce, en mi primer año en la secundaria. Aún recuerdo como si hubiera sido ayer. El momento cuando caí ante esos ojos azul profundo y sonrisa de galán, pero no de estos idiotas de película, sino los de sonrisa sincera y bello mirar.
Fue casi como un sueño.
Ese día recuerdo que iba con mi mejor amiga Alya rumbo al salón de ciencias. Íbamos subiendo mientras ella me hablaba sobre cómo se había enamorado a primera vista y que este chico del cual en su momento desconocía su nombre, era muy guapo, muy gracioso y bla bla bla.
¿Enamorarse? ¿Enamorarme? A decir verdad, no sabía muy bien cómo se sentía estar enamorada de alguien, tampoco es que en ese momento me llamara mucho la atención. Siempre estaba inmersa en mi mundo de libros y escritura. Me gustaba mucho la literatura inglesa. Tanto que en un futuro me encantaría estudiar respecto a esto. Aunque de momento solo era considerado un sueño para mí y nadie estaba enterado de aquello.
Al menos mis padres y amigos.
Como decía, todo iba normalito como siempre. Sin embargo y como la tonta que soy con dos malditos pies izquierdos. Pisé mal un escalón por estar divagando en mis pensamientos y caí de pleno en el entrepiso. Mi trasero y pies sufrieron las consecuencias de mi torpeza.
—¿Mari, estas bien? —Alya se acercó a mí aterrada. Al parecer me había dado bien feo. Intento ayudarme para dejar de abrazar el frio suelo, pero no puede ni siquiera mover un musculo al sentir un tirón en el tobillo izquierdo.
Si, es como creen.
Excelente, Mari. Me lo había torcido y por poco fracturado.
—Diablos —exclame, no podía evitarlo.
Caí nuevamente al suelo, me dolía como si me hubieran enterrado un cuchillo justo en el maldito tobillo.
—Puede que tengas un esguince, amiga —la observe con un rostro lleno de ¿Enserio crees que no me di cuenta de ello? Ella rio al leer mis pensamientos—. Tenemos que ir a la enfermería —musito, pero desvió su mirada hacia las personas que venían bajando por la misma escalera donde había resbalado.
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Unis par le coeur ||Adrinette +18||
RomansaNos dicen de pequeños que los lazos mas fuertes son los que tienes con tu familia, pero ¿Qué sucedería si ese lazo es lo que mas deseas destruir? Adrien era un chico que paso la adolescencia deseando algo que se le era prohibido, mientras que Marine...