Capítulo XXXIII

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Rêve inoubliable

"Podrás tener discontinuidades, asíntotas negativas o soluciones complejas, pero para mí eres la ecuación perfecta"

Los truenos se oían sobre el cielo que vestía la ciudad, un gris y oscuro muro de nubes dejaba caer miles de gotas, bañando de humedad las calles por donde aquellos chicos corrían llenos de felicidad. Sus pies se movían por si solos, andando y saltando por sobre todos los charcos que estaban en su camino. El tomaba su mano, mientras la azabache lo sujetaba con toda su fuerza sin querer soltarlo. Ninguno de ellos quería separase del otro, pensando que este único momento debía mantenerse continuo y unido a sus corazones. A pesar de aun estar en horario escolar, no les era de importancia. Solo anduvieron hasta donde querían llegar, ese hogar en el cual vivieron durante años, prácticamente toda su vida.

Abrieron la puerta de golpe, corriendo hasta la habitación del muchacho sin preocuparse por dejar marcas de humedad en el suelo. Sus padres no se encontraban en casa debido a que se encontraban trabajando, por lo que esta tarde estarían completamente solos hasta el anochecer. Sus pisadas se oían fuertemente, entrando a trompicones a la habitación de Adrien, cerrando la puerta de un sopetón. La espalda de Marinette choco con la puerta, mientras se besaban con furor. Ella enredo sus brazos alrededor del cuello de Adrien, a la vez que este la aferraba desde su cintura, acariciando sus caderas, sintiendo a su vez los músculos de Marinette tensándose gratamente bajo su tacto.

 Ella enredo sus brazos alrededor del cuello de Adrien, a la vez que este la aferraba desde su cintura, acariciando sus caderas, sintiendo a su vez los músculos de Marinette tensándose gratamente bajo su tacto

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Su ropa estaba húmeda, tanto que al estrujarla solo un poco era capaz de sentir como el agua escurría. Me preocupaba que pescara otro resfriado por esto o que esta vez, yo fuera el que estuviera ardiendo en fiebre y me imaginara todo lo que estaba sucediendo. Tal vez, desde que la vi en el pasillo hasta que la perseguí cerca de la torre Eiffel, todo... ¿habrá sido un simple sueño?

Aunque así fuera... no quiero despertar

Mis manos se movían por si solas, delineando todo su cuerpo mientras mi mente se encargaba de gravar cada curva que estaba tocando. Me gustaba tanto, era hermoso. La anatomía de Marinette era perfecta, suave y deliciosa al tacto, incrementando cada vez mas mis anhelos de verla sin prendas cubriendo su hermosura... ¿Cuántas veces he soñado con esto? ¿Por qué siempre me había limitado a pensar que esto solo sucedería en mis sueños?

—Ma-rinette... —tome su rostro entre mis manos, teniéndonos uno cerca del otro. Me daba miedo que se escapara o que alguien me despertara de esto que se siente tan real.

Marinette estaba sonrojada, junto a una respiración agitada saliendo de esos deliciosos labios rosados al igual que las cerezas. El aliento a vainilla era tan notorio que era obvio lo que había desayuno por la mañana. Su cabello otra vez caía como una cascada azabache en sus hombros, totalmente húmedos y brillantes, perfeccionando las facciones acaloradas de su rostro. A pesar de estar empapada, junto con pequeñas gotas cayendo por su frente y piel, Marinette lucia hermosa. Una afrodita que cualquier hombre le gustaría poseer. Incluso... alguien prohibido como lo era yo.

Unis par le coeur ||Adrinette +18||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora